Vacaciones, salidas y entradas a las ciudades, días de lluvia en grandes urbes… La circulación excesiva y, sobre todo, los atascos disparan el consumo de gasolina porque el momento de máximo gasto se produce al iniciar la marcha, algo que se repite una y otra vez en una retención y al conducir por ciudad. ¿Se puede evitar? Las soluciones no son muchas, pero, como se indica en las siguientes líneas, algunos hábitos de conducción eficiente, como apagar el motor si parece que permaneceremos parados más de un minuto o no dar frenazos y acelerones, pueden resultar de gran ayuda para evitar dejarse el sueldo en combustible.
¿Cómo ahorrar combustible? Trucos para gastar menos gasolina
➡️ Usar bicicleta y transporte público
La mejor manera de no gastar combustible es no utilizar el coche. Para ello, siempre que sea posible, conviene cambiarlo por el transporte público y usar otros medios de transporte, como ir al trabajo en bici. O, al menos, utilizarlos de forma combinada.
➡️ Claves de ahorro al repostar
- Carga el depósito por las mañanas. Hay que llenar el depósito temprano, por la mañana, cuando la temperatura del suelo es más fresca. Todas las gasolineras tienen sus tanques enterrados en el suelo, y cuanto más fría esté la tierra, más densa estará la gasolina. Conforme avanza el día, la tierra se calienta y el carburante se expande, por lo que el litro que se compra por la tarde... ya no es exactamente un litro.
- Usar la pistola en modo lento. No se debe apretar la palanca de la pistola al máximo. Hay tres ajustes de velocidad: lento, medio y alto. Aunque tengas prisa, usa el modo más lento pues si está a su máxima velocidad, un cierto porcentaje del combustible que entra en el depósito se convertirá en vapor.
➡️ Conducción eficiente
- Parar el motor del coche. Tener el motor en punto muerto consume gasolina. De hecho, mantener el vehículo al ralentí tres minutos gasta la misma gasolina que conducir durante un kilómetro y medio, por lo que conviene apagar el motor si se permanecerá parado más de un minuto.
- Ojo a la presión de los neumáticos. Controlar que las ruedas tengan la presión exacta ayuda a ahorrar. Un exceso de aire ocasiona un mayor desgaste del neumático. Y una presión más baja de lo normal provoca un mayor consumo, incrementando el gasto hasta en un 5 %.
- No dar acelerones. Hay que ser suave con el acelerador. Aunque nunca se debe arrancar acelerando fuerte, menos sentido tiene aún en un atasco, cuando hay que parar en pocos metros. Al conducir con suavidad se ahorra combustible y también dinero en las más que posibles reparaciones por el desgaste de los componentes mecánicos del coche.
- Reducir de forma progresiva la velocidad, mejor que frenar. Para ahorrar carburante en una retención o atasco, se debe anticipar el frenado y usar el freno motor. Este permite ir reduciendo la velocidad de manera progresiva, sin dar un frenazo brusco.
- Poner las luces de posición. Si es de noche o en días oscuros y lluviosos, se debe conducir con luces. En un atasco, una de las situaciones donde más combustible se gasta, conviene quitar las luces de cruce y poner las de posición. De esta manera, además de gastar menos gasolina, no se agotará la batería.
- Cuidado con los cambios de marcha. Al cambiar de marcha, hay que hacerlo a unas 2.000-2.500 revoluciones en los motores de gasolina y a unas 1.500-2.000 en los de gasóleo. Si se evita que el motor gire más de la cuenta, el ahorro de combustible será inmediato.
- Puedes seguir también estas claves de conducción eficiente de la DGT (Dirección General de Tráfico).
No poner el aire acondicionado
Si no es por completo necesario, en ciudad es mejor no poner el aire acondicionado y abrir la ventanilla. Al contrario, en carretera se ahorra más combustible (y seguridad) si se cierran las ventanas y se pone el aire acondicionado.
Ir con la menor carga posible
Seguir este consejo es sencillo en trayectos diarios, como el camino del trabajo. ¿Pero cómo reducir la carga del coche cuando hay que irse de puente con los niños, sus bicis y el perro? ¡Hay que intentarlo! El sobrepeso afecta a la aerodinámica del vehículo y puede llegar a aumentar el gasto de combustible en un 25 %.
Cómo ahorrar gasolina si vas en moto
- Conducir a punta de gas. Muchas veces en la moto se dan acelerones innecesarios, tirando carburante y dinero. Tampoco hay que ir dando frenazos, ya que después para recuperar la velocidad se necesitará acelerar más de nuevo. Lo más adecuado para ahorrar gasolina con la moto es no empeñarse en ir gas a fondo con ella, sino "a punta de gas", girando el acelerador solo lo justo.
- No calentar el motor un rato antes de arrancar. Ya no hace falta en las motos actuales. La mayoría están listas para poder arrancar al instante de ponerlas en marcha. Si se hace así, se permitirá además que el motor alcance la temperatura de funcionamiento con más rapidez, lo que mejorará la eficiencia de la combustión y la eficiencia de economía de gasolina será mayor.
- Llevar la moto en bajas revoluciones. Se notará de forma significativa cómo baja el consumo y, por consiguiente, se ahorra en carburante. Ahora bien, se trata de buscar un equilibrio entre revoluciones y marchas, dentro de la suavidad de conducción. En cada marcha no hace falta subir de revoluciones el motor hasta el límite, y según la moto y el tipo de motor, se podrán hacer los cambios de marcha mucho antes de llegar a ese punto.
- Usar la ropa adecuada. Un motero siempre debe "pensar en aerodinámico". Para moverse sobre dos ruedas es preferible hacerlo con una equipación técnica que con ropa normal. Llevar una cazadora adecuada y ajustada hace consumir menos combustible —además de brindar seguridad—, pues una chaqueta abierta que ondee al viento frenará el motor. Utilizar un casco ligero también ayudará a disminuir el peso y frenar el gasto, y es igual de seguro que uno más pesado. La información 'Cómo hacer las maletas a la hora de viajar en moto' puede serte útil.
- Escoger bien la ruta. Hay desplazamientos en los que no se puede elegir el camino, pero cuando sea posible, siempre ahorra más gasolina conducir por una carretera pavimentada que por un camino de grava o tierra. También se debe pensar el trayecto en función del tráfico, pues en las horas punta se ahorra combustible si se va por autovía, en lugar de perder tiempo y dinero en mitad de un embotellamiento.
¿Cuándo consume más nuestro coche?
¿Hay horas del día o situaciones en las que un coche gaste más combustible? Por supuesto, un atasco es una manera segura de perder combustible y, por ende, dinero. Pero al margen de los embotellamientos, en general se gasta más al conducir en ciudad. ¿Por qué? La causa de un mayor consumo de gasolina se debe a la aceleración, la energía utilizada para cambiar la velocidad. Y los semáforos y señales obligan a constantes cambios (arrancar, parar, acelerar de nuevo). Sin embargo, si practicas una conducción eficiente y cambias de hábitos podrías reducir mucho el consumo de combustible en ciudad.
En carretera, por lo general, se gasta menos que en ciudad porque se mantiene una presión constante en el acelerador y no se utilizan tanto el freno ni el embrague. No obstante, la velocidad en carretera provoca un mayor gasto de combustible porque el motor choca contra la resistencia del viento.
Diferencias de consumo moto-coche
No es fácil saber si gasta más un coche o una moto, ya que depende en gran medida del modelo de cada uno de estos vehículos. Sin embargo, entre una scooter y un utilitario, sale más barato rellenar el depósito de la moto. La app para ahorrar gasolina con el coche Spritmonitor realizó en estudio cuyo resultado concluyó que las motos utilizan una media de 4,4 litros por cada 100 kilómetros, mientras que los coches de gasolina consumen, de media, 7,6 litros por cada 100 kilómetros y los diésel 5,6 litros por cada 100 kilómetros, de media.
Asimismo, en ciudad (sobre todo en los atascos) el consumo de un turismo es enorme al ir muy lento o casi parado. Sin embargo, las motos ahorran más en esas circunstancias. Además, en ciudades como Madrid y Barcelona las motocicletas (en Madrid, las de más de 125 cc) pueden circular por los carriles bus, lo que favorece su movilidad y un menor gasto en gasolina.
Fuente: Blanca Álvarez, Erosky Consumer