¿Qué es una vivienda de protección oficial y quién puede acceder a ellas?

Las viviendas de protección oficial (VPO) son todas aquellas que el Estado facilita a personas cuyos recursos económicos son limitados o no les permiten poder acceder a un inmueble de compra tradicional. Las VPO suelen concederse a través de subvenciones que otorga la Administración Pública, o bien en forma de cesión de un terreno público para su construcción.

Por lo tanto, este tipo de viviendas tienen un precio de venta mucho más económico para el cliente final, dado que han sido subvencionadas con ayudas del Estado.

Las características de las VPO variarán de unas comunidades autónomas a otras en materia de precios y dimensiones, aunque deben cumplir con los siguientes requisitos, en todas ellas:

  • Su acceso está limitado a personas o familias cuyos ingresos máximos no superen 5,5 veces el IPREM
  • Su superficie no puede superar los noventa metros cuadrados construidos.
  • Su uso debe destinarse en todo caso a vivienda habitual
  • Su propietario no puede venderla durante los primero diez años
  • Su precio de venta estará limitado por el precio máximo legal

Por lo tanto, siempre que se cumplan ciertos requisitos es posible acceder a una VPO. Pero ¿se puede poner en alquiler una vivienda de este tipo? Te lo contamos.

¿Se puede poner en alquiler una VPO en propiedad?

La respuesta es sí, pero con una serie de condiciones. Y es que hay que tener en cuenta que cuando una persona adquiere este tipo de vivienda, está sujeta a unas condiciones bastante estrictas.

Como ya hemos comentado, debe demostrar que sus ingresos no le permiten acceder a un inmueble a precio de mercado; además, no puede disponer de ninguna otra vivienda desocupada y la VPO tiene que convertirse en su vivienda habitual.

Una VPO sólo podrá alquilarse cuando hayan pasado diez años desde que se adjudicó a su propietario y, por lo tanto, haya perdido su condición de “vivienda protegida”. Asimismo, de forma excepcional, si el propietario demuestra ante la administración que debe mudarse de vivienda, ésta le otorgará un permiso especial mediante el cual estará autorizado a alquilarla.

Además de lo anterior, si así lo quisiera, el mismo propietario puede solicitar que su inmueble deje de estar protegido, y, de esta manera podría ponerlo en alquiler antes de que termine el plazo establecido.

Para hacerlo, debe acudir a la administración de la comunidad autónoma a la que pertenezca la vivienda y presentar su DNI, junto con las escrituras del piso y los papeles de la cancelación de la hipoteca, en el caso de que la hubiera.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que la administración podría reclamar al propietario el importe de las ayudas económicas y los beneficios legales que le ofreció para poder adquirir la vivienda. Por lo tanto, si el propietario no puede o no quiere devolver dicho importe, es recomendable que espere a que transcurra el tiempo necesario para que la vivienda deje de estar protegida.

¿Qué condiciones debe cumplir el arrendatario para alquilar una VPO?

Para que un arrendatario pueda alquilar una VPO debe cumplir con una serie de requisitos o condiciones. En primer lugar, debe ser una persona física; en ningún caso se podrá arrendar una vivienda protegida a personas jurídicas.

Asimismo, el precio del alquiler de las VPO no es el mismo que el del resto de inmuebles; de hecho, debe calcularse multiplicando por 5,5% el precio máximo de venta, que dará como resultado una renta máxima anual, que se tendrá que dividir entre doce meses. Dicho precio varía de unas comunidades a otras, de la zona en la que se encuentre la vivienda, de sus dimensiones y del tipo de protección que tenga.

En el supuesto de que la vivienda se alquilara porque el propietario debe mudarse, el importe del alquiler estará regulado por la administración.

A modo de ejemplo:

Supongamos que el precio máximo de venta de una VPO son 100.000 euros. Habrá que calcular el 5,5% de este importe, que son 5.500 euros, y dividirlo en doce mensualidades, lo que dará una renta mensual de unos 460 euros.

Cabe destacar que, en el supuesto de que el alquiler fuera superior al permitido, el propietario puede ser sancionado con multas muy elevadas. De hecho, para evitar que esto ocurra, el contrato de arrendamiento debe presentarse ante las autoridades para que éstas verifiquen que se han cumplido todas las condiciones de alquiler de una VPO. Para ello, revisarán que el importe del alquiler sea el correspondiente y que se haya cumplido con la normativa establecida.

Por lo tanto, poner en alquiler una VPO sí que es posible, pero cumpliendo con una serie de normas y restricciones.

 

Fuente: Fotocasa Life - Actualidad, inspiración y cultura inmobiliaria

 

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