Varios estudios aseguran que los españoles nos mudamos una media de cuatro veces a lo largo de nuestra vida; más los hombres que las mujeres. Sin embargo, cambiar de casa suele ser una experiencia muy estresante, no sólo por todo lo que supone organizar una mudanza en sí, sino por los trámites burocráticos conlleva.

Mudarse no sólo es recoger, limpiar, empaquetar nuestras pertenencias y encontrar la mejor empresa de mudanzas de nuestra ciudad; mudarse implica encontrar la mejor vivienda y, además, hacer todos los trámites necesarios.

A continuación te contamos cuáles son para que no te olvides de ninguno si tienes pensado cambiar de domicilio en los próximos meses.

Trámites de una mudanza: cuáles son y cómo hacerlos

Antes de empezar es importante hacer un listado de todos los trámites que tenemos que hacer obligatoriamente y en qué orden debemos ejecutarlos, ya que algunos dependen de los otros.

Además, algunos de ellos pueden llegar a tardar semanas, por lo que cuanto antes empecemos mejor.

Empadronarse: el primer trámite de una mudanza

Lo primero que debemos hacer es empadronarnos en nuestro nuevo domicilio, ya que para el resto de trámites vamos a necesitar el certificado de empadronamiento.

Para obtenerlo debemos ir a la oficina de empadronamiento que corresponda a nuestra nueva dirección, que suele estar en el ayuntamiento del mismo municipio, o en alguna administración cercana.

Para empadronarnos necesitaremos una copia del DNI de todas las personas que van a vivir en la casa, así como un contrato de compraventa o alquiler, que acredite en qué domicilio vamos a residir.

Sin embargo, antes de ir a hacer el trámite es recomendable consultar toda la documentación necesaria por teléfono o a través de la web del ayuntamiento de nuestra localidad.

Actualizar el DNI, el pasaporte y el carné de conducir justo después de mudarnos

Otro de los trámites que debemos hacer inmediatamente después de mudarnos es actualizar el DNI y el pasaporte, con nuestra nueva dirección. Para ello, deberemos pedir cita en la web de la Dirección General de la Policía.

Se trata de un trámite gratuito para el que sólo necesitaremos una copia del nuevo certificado de empadronamiento cuya antigüedad sea menor a tres meses.

Respecto al carné de conducir, debemos dirigirnos a la oficina de la Dirección General de Tráfico de nuestra ciudad. También se trata de un trámite gratuito para el que sólo necesitaremos el certificado de empadronamiento, o el DNI, si en éste ya aparece nuestra nueva dirección.

A pesar de que en el carné de conducir en sí no aparezca nuestra dirección, sí que es importante que ésta conste en la base de datos de la DGT, por si nos llegan multas de tráfico.

Hacienda y la Tesorería General de la Seguridad Social deben estar al corriente de nuestra mudanza

Una vez tengamos nuestro certificado de empadronamiento y nuestros documentos actualizados, debemos informar a Hacienda y a la Tesorería General de la Seguridad Social de nuestro cambio de domicilio.

Podemos hacerlo de forma presencial, en las respectivas oficinas que correspondan a nuestra nueva dirección, o a través de sus páginas web.

Solicitar una nueva tarjeta sanitaria y acudir al centro de salud que nos corresponda al cambiarnos de domicilio

A no ser que nos mudemos a un domicilio muy cercano al anterior, es decir, que hayamos optado por vivir en el mismo barrio, cambiarnos de casa implicará que nuestro centro de salud y, por lo tanto, nuestro médico de cabecera, también lo harán.

Una vez establecidos en nuestro nuevo hogar, deberemos acudir al nuevo centro de salud de la Seguridad Social que nos corresponda, según nuestra zona. Allí nos facilitarán nuestra nueva tarjeta sanitaria y nos asignarán un nuevo médico de cabecera.

Dar de alta y de baja los suministros de nuestros respectivos hogares

Se trata de otro de los trámites de vital importancia ante una mudanza. Dar de baja los suministros de nuestra antigua vivienda y de alta o tramitar una nueva titularidad para los de la nueva será el siguiente paso que deberemos hacer, ya suele tardar varios días en hacerse efectivo.

Si estábamos viviendo en un piso de alquiler, deberemos acordar con el casero de qué forma se llevarán a cabo los últimos pagos y cómo se gestionará la baja o el cambio de nombre.

Contratar un seguro de hogar que cubra todas las necesidades de la vivienda a la que nos hemos mudado

No debemos olvidarnos de contratar un nuevo seguro de hogar que cubra las necesidades de nuestra nueva vivienda y que nos garantice una total tranquilidad ante cualquier imprevisto que pueda surgir.

Existen miles de compañías que ofrecen seguros específicos para cada tipo de casa, por lo que deberemos analizar bien cuál es el que mejor se adapta a nuestras necesidades.

Cambiar las domiciliaciones bancarias de nuestras facturas ante una mudanza

No solemos prestar demasiada atención a este paso, dado que estamos acostumbrados a que las facturas se cobren de forma automática y online, pero es algo que no debemos pasar por alto.

Es de vital importancia que nuestro banco sepa que nos hemos cambiado de domicilio, para que pueda enviarnos de forma postal todas las notificaciones necesarias respecto a nuestras facturas y cuentas bancarias.

Ahora sí, ya nos podemos mudar con total tranquilidad. Eso sí, necesitaremos ánimo y mucha paciencia, pero el resultado valdrá la pena.

 

Fuente: fotocasa life