Olas de calor (o de frío, en invierno), colegio y trabajo desde casa, videojuegos… todas ellas son circunstancias que nos hacen consumir más energía eléctrica y dan como resultado una abultada factura de la luz, más aún con la actual escalada de precios de la electricidad. En estos casos, tratamos de poner en práctica algunos hábitos para gastar menos, pero hay un gasto fijo con el que no solemos contar: los cerca de 100 euros de media que una familia paga al año por el modo stand by o en reposo que producen algunos electrodomésticos y dispositivos. El aire acondicionado está entre los aparatos que más energía gastan mientras no se usan pero que están conectados a la red eléctrica. Para ahorrar en la factura de energía eléctrica, la solución pasa por incorporar pequeños gestos en casa, como los que detallamos en las siguientes líneas.

¿Qué es el consumo stand by?

Los televisores, los ordenadores, las videoconsolas o los microondas forman parte de un grupo de dispositivos que se denominan vampiros eléctricos. ¿Por qué esta denominación? La explicación reside en que “chupan energía”, ya que se caracterizan por consumir energía incluso cuando están apagados. Este consumo fantasma se debe a que cuentan con un modo de espera o stand by que permite al electrodoméstico volver a ser reactivado con mayor rapidez, detectar mandos a distancia o realizar funciones para las que haya sido programado.

Los aparatos eléctricos que más consumen en stand by son, en general, los que utilizamos en el salón de nuestro hogar: aire acondicionado, tele, rúter… También son “vampiros” los pequeños electrodomésticos como la cafetera, el microondas y aparatos tecnológicos de oficina como la impresora.

¿Cuánto nos cuesta dejar los aparatos en stand by?

Según la Agencia Internacional de la Energía, el coste que generan los aparatos eléctricos y electrónicos que se mantienen en modo stand by ronda los 60.000 millones de euros a nivel mundial. Datos más concretos y cercanos, los del informe ‘Consumos del Sector Residencial en España‘, del IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía), muestran que supone el 10,7 % del total de energía que se consume en el hogar, unos 100 euros anuales por familia.

Pero ahorrar no es solo un asunto económico, sino medioambiental: supone una reducción de las emisiones de dióxido de carbono de las eléctricas. Por ambos motivos (económico y ambiental), la UE aprobó en 2oo8 un reglamento con los requisitos de diseño ecológico aplicables al consumo de energía eléctrica con los modos “preparado” y “desactivado” de los equipos eléctricos y electrónicos. Por él se obliga a los fabricantes de estos aparatos a recortar el consumo del modo stand by

¿Cómo ahorrar luz con el consumo fantasma?

Hay pequeños gestos que te pueden ayudar a reducir el consumo stand by:

Utilizar regletas de enchufes. Permiten desconectar por completo aquellos aparatos que no se vayan a usar en las próximas horas. Así, además de ahorrar energía, se consigue evitar recalentamientos y sobrecargas.

En caso de usar regletas, debes seguir algunos consejos:

  • Lo primero que recomiendan los expertos a la hora de emplear extensiones eléctricas o regletas es que en ningún caso se deben conectar unas a otras, ya que una cadena de este tipo de dispositivos podría provocar un incendio.
  • Para evitar el riesgo de sobrecargas, hay que verificar la clasificación del voltaje de los equipos con los que se va a utilizar –nunca usando una extensión con una potencia menor, de 230 a 130 vatios, por ejemplo–, y controlar la temperatura de la base a través del tacto cuando hay varios objetos conectados. Si se comprueba que es excesivamente elevada, conviene desconectarla usando el interruptor de la propia regleta y, después, desenchufarla.
  • No puede tener ningún daño físico en el revestimiento.
  • Ni niños ni mascotas deberían transitar sobre estos aparatos, para evitar accidentes.

Instalar un enchufe inteligente. Se puede conectar a través de un mando a distancia. Es una opción más estética, y reduce la presencia de cables y ladrones.

Usar temporizadores. Su función es que los electrodomésticos se apaguen o se enciendan a determinada hora.

Ajustar el modo reposo o hibernación y desactivar algunos servicios como la hora o la conexión a Internet, en aquellos dispositivos que no se pueden apagar (móvil u ordenador).

 

Fuente: Erosky Consumer

 

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