Vivir en un piso de alquiler compartido puede ser una gran aventura o un completo desastre si no se establecen ciertas normativas desde el inicio de la convivencia. Vivir bajo el mismo techo es complicado si no se siguen ciertas reglas de comportamiento, por lo que es importante seguir estos 5 consejos que nos ayudarán a que esta nueva etapa sea memorable y digna de recordar toda la vida.

Establece y respeta las normas de convivencia

Para no llevarnos sorpresas desagradables es importante que desde el principio se establezcan las normas básicas de convivencia que van a regir en el piso durante todo el periodo en el que vayamos a vivir en él.

Obviamente éstas van a depender de cuántas personas convivan, de sus necesidades y de su estilo de vida. No es lo mismo que en el mismo cohabiten cinco personas a que lo hagan dos, ni que éstas tengan veinte años a que tengan 30, o que estudien o trabajen.

Probablemente, cuanta más gente haya en la vivienda más discrepancias habrá, ya que cada uno tendrá sus costumbres y su forma de ser. Por ello, debemos establecer unas normas de forma clara para que no haya confusiones, e intentar respetarlas de la forma más estricta posible. Podemos decidirlas entre las personas que convivimos para que nadie se sienta excluido y escribirlas para que estén claras para todos.

Es importante aclarar desde el principio de la convivencia qué normas son importantes para nosotros, como la hora a la que queremos que el resto de compañeros dejen de hacer ruido, si se pueden tener mascotas en el hogar (siempre que el dueño lo permita), o como consideramos que se deberían repartir los gastos, entre otras.

Respetar el espacio de cada uno y las zonas comunes para mejorar la convivencia

Nuestra habitación será nuestro espacio privado, por lo que debemos cuidarla y personalizarla para sentirnos cómodos y felices en ella. Y de la misma forma que nos gustará que respeten nuestro espacio deberemos respetar el de nuestros compañeros de piso.

Respecto a las zonas comunes deberemos mantenerlas limpias y ordenadas tanto para nuestra salud mental como para mostrar respeto a los demás habitantes de la casa. Asimismo, debemos intentar que cada uno tenga su propio espacio donde almacenar sus pertenencias, tanto en la despensa, como en la nevera o el baño. Vivir en una casa ordenada es el pilar de una buena convivencia.

Mantener la casa limpia para mejorar la relación entre compañeros de piso

La limpieza de la casa es uno de los aspectos que más complica la convivencia. Si nos lo podemos permitir y todos los compañeros están de acuerdo podemos contratar un servicio de limpieza, que mantenga la casa impoluta.

Pero si no es posible lo ideal es establecer un calendario con turnos de limpieza para que cada habitante sepa qué debe hacer cada semana. La mejor manera es anotarlo en la nevera o en una zona visible para que nadie se olvide de sus tareas y queden sin hacer o las tenga que llevar a cabo otro compañero.

Establecer un bote común para los gastos compartidos en el piso de alquiler

Independientemente de lo que cada uno pague por su habitación, es importante repartir los gastos de forma equitativa. Para que no haya ningún problema en este sentido es recomendable establecer un bote común para los productos que todos vamos a consumir, como las bolsas de basura, el papel higiénico o los productos de limpieza, entre otros.

Asimismo, también deberemos llegar a un acuerdo con nuestros compañeros sobre cómo pagar los suministros, dependiendo de si algunos están más en casa o de si tienen una habitación más grande y, por lo tanto, consumirán más calefacción o aire acondicionado, por ejemplo. También podemos acordar cuántas lavadoras a la semana podrá poner cada persona, para que no haya desigualdades respecto a cuánto gasta cada uno.

Respetar las visitas y los horarios de los demás residentes

A todos nos gusta recibir visitas pero puede que molesten a nuestros compañeros, por lo que debemos hablar con ellos sobre si éstas se permiten o no, cada cuánto y en qué horarios. A pesar de decidir entre todos que sí que estén permitidas, deberemos informar acerca de ellas al resto, para que no se sientan incómodos en su propia casa.

Asimismo deberemos procurar respetar los horarios de los demás. Cada uno tendrá los suyos y sus costumbres, que el resto deberán respetar si quieren que la convivencia sea óptima.

Siguiendo todos estos consejos conseguiremos que compartir piso sea una de las mejores etapas de nuestra vida.

 

Fuente: Anaïs, Directora de Comunicación Fotocasa

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