Hay 86 millones de tarjetas en circulación en nuestro país, según el Banco de España. Y, de vez en cuando, alguna se pierde o, peor aún, acaba en manos de quien no debería. En 2018 se registraron más de un millón de transacciones fraudulentas con tarjeta, de acuerdo con el regulador nacional, lo que por aquel entonces equivalía a 1,4 operaciones no autorizadas al año por cada 100 “plásticos”. La realidad es que si perdemos o nos roban nuestra tarjeta, nos pueden vaciar la cuenta corriente. En esos casos, ¿el banco nos devolverá el dinero robado o podemos darlo definitivamente por perdido?

Robo o pérdida de la tarjeta

Si detectamos pagos no autorizados realizados con nuestra tarjeta, podemos solicitar al banco que nos devuelva el dinero robado. De hecho, en caso de fraude, la ley nos protege y limita nuestra responsabilidad. Eso sí, antes de nada, debemos cancelar la tarjeta con rapidez para evitar males mayores.

Si somos víctimas de un robo o perdemos la tarjeta y esta acaba en manos de un tercero, solo seremos responsables de los primeros 50 euros que se gasten sin nuestro consentimiento hasta que informemos del robo o de la pérdida del “plástico”. El banco deberá devolvernos el resto del dinero. Además, la entidad deberá responder por cualquier operación que se ejecute después de haberle notificado el robo.

Un ejemplo: si nuestra tarjeta acaba en malas manos y hacen un pago de 300 euros con ella antes de que la cancelemos, el banco nos devolverá 250 euros, ya que nuestra responsabilidad estará limitada a los primeros 50 euros gastados.

Eso sí, el límite anterior está sujeto a que el cliente haya protegido su tarjeta con el suficiente cuidado y a que no haya incurrido en ningún tipo de negligencia como, por ejemplo, compartir los datos del medio de pago con otra persona o llevar el código pin apuntado junto a la tarjeta. En esos casos, el banco podría negarse a devolver el dinero. Además, también podría oponerse a retroceder el cargo, si la operación ha superado todas las medidas de seguridad (pin, autenticación con un código temporal recibido por SMS, etc.).

Duplicado de la tarjeta

Caso aparte es si nuestra tarjeta no deja de estar con nosotros en ningún momento, pero un ciberdelincuente la clona, es decir, consigue descifrar la numeración, la fecha de caducidad y el CVV. En ese caso, el banco nos devolverá la totalidad del dinero gastado, ya que, al no haber una pérdida material de la tarjeta, no es posible que nos demos cuenta de que nos han robado los datos hasta que descubramos que la han utilizado sin nuestro permiso.

¿Qué debemos hacer si somos víctimas de un fraude con tarjeta?

Si perdemos o nos roban una tarjeta o en el momento en el que tengamos conocimiento de que la han utilizado de forma fraudulenta, debemos cancelarla. Podemos hacerlo llamando al banco por teléfono, a través de la banca en línea o de la aplicación de la entidad. El Banco de España señala que es obligación de la entidad “disponer en todo momento de una forma de comunicación para los casos de pérdida, robo o utilización no autorizada”. Por ello, los bancos suelen tener un teléfono disponible las 24 horas del día para atender este tipo de incidencias.

El siguiente paso será interponer una denuncia ante la Policía.

Por último, tendremos que reclamar al banco la devolución de todos los pagos no autorizados que se hayan efectuado con la tarjeta. Podremos encontrarlos fácilmente revisando el extracto. Es posible que nos pida que rellenemos un formulario en concreto y que lo acompañemos con una copia de la denuncia.

 

Fuente: Javier Mezcua, HelpmyCash

 

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