Aunque los cambios estaban previstos para noviembre de 2020, debido a la pandemia no se aplicarán hasta abril de 2021. Te contamos cuáles son y cómo te afectan.

Saber leer una factura eléctrica e interpretar de modo correcto sus dato es fundamental. Una vez que se conoce todo lo que aparece en el documento, hay que prestar atención siempre a las posibles modificaciones que pueda aplicar el Gobierno al mercado de la luz. A principios de enero de 2020, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) varios cambios que afectarán a la factura de la luz. A continuación explicamos cuáles son los principales y cómo afectarán a los consumidores.

Principales novedades en la factura eléctrica

En 2021 habrá dos grandes cambios en materia de energía eléctrica:

  • Se establecerán tres periodos de precio al día (es decir, según la hora del día en la que se consuma electricidad, se pagará más o menos).
  • Existirá la posibilidad de contratar dos potencias diferentes.

Aunque estaban previstas para noviembre de 2020, debido a la pandemia, estas modificaciones no se aplicarán hasta abril de 2021.

El objetivo de este cambio es que se reduzca el precio que las eléctricas cobran por transportar y distribuir la energía. ¿Eso lo paga el consumidor? Así es. En el precio de la energía (kWh) va incluido también este coste, el “peaje de acceso”. Representa un 41 % de lo que se paga y lo que quiere la CNMC es que se rebaje entre un 1,6 % y un 16 % sobre la factura eléctrica de un hogar medio. Pero ¿cómo afectan al consumidor estos cambios?

Novedades en la discriminación horaria

Hasta ahora un usuario del mercado regulado podía tener dos tipos de tarifas: una opción, en la que la electricidad cuesta lo mismo durante todo el día, y otra, en la que se establecen unas horas más baratas (es lo que se llama tarifa de discriminación horaria). Una vez se apliquen los cambios, solo existirá esta última, pero también con modificaciones. La nueva tarifa de discriminación horaria se distribuirá en tres periodos de precios (ver gráfico inferior): punta (el más caro), llano (un poco más económico) y valle (el más barato). Antes, solo se establecían dos periodos.

 

Novedades en la contratación de la potencia eléctrica

Por si fuera poco, otro de los cambios es la posibilidad de contratar dos potencias diferentes con un precio muy bajo para el horario valle. Por defecto, se mantendrá la que se utiliza normalmente, pero, si el usuario tiene ciertas necesidades de potencia para determinados usos (como cargar un coche eléctrico), podrá solicitar que se aumente la potencia en las horas valle (entre las 12 de la noche y 8 de la mañana).

Y, ¿qué tiene que hacer el consumidor para adaptarse a estos cambios? Si su contrato es del mercado regulado, se aplicarán estas modificaciones de forma automática, sin necesidad de hacer nada. Si es del mercado libre, tendrá que fijarse en cómo su comercializadora aplica estos cambios en su tarifa. Cada empresa del mercado libre puede decidir cómo adaptar sus tarifas a estas modificaciones, por lo que es un buen momento de analizar las nuevas tarifas que aparezcan en el mercado para elegir la que mejor se adapte a las necesidades de su hogar.

¿Qué tarifa de la luz es mejor?

Para ahorrar, la clave está en una buena tarifa, que depende de muchos factores relacionados con los hábitos de consumo. Lo ideal sería estudiarlas y revisarlas cada cierto tiempo, aunque muchas veces resulta complicado. Para una estimación más específica se recomienda utilizar el comparador independiente de tarifas de la CMNC, que permite consultar las ofertas de electricidad de todas las compañías, con y sin discriminación horaria, según el código postal, la potencia y el consumo anual.

A la hora de mirar la mejor tarifa, los expertos aconsejan prestar atención a si ofrece descuentos y dónde se aplican: en la energía, en la potencia o en el total. Se recomienda ajustar la potencia a las necesidades del hogar y buscar la tarifa con la energía más barata.

Hay que tener en cuenta que pocos descuentos durarán para siempre y que, aunque lo hagan, el precio puede estar viéndose incrementado en otro apartado de la factura (servicios adicionales como seguros o inspecciones, potencia, energía, cuotas extra que establece la comercializadora). Lo mismo ocurre con las promociones y los cheques regalo. En muchos casos es muy difícil conocer la duración y condiciones de estos descuentos, o si se aplican a toda la factura o solo a una partida. Por eso se recomienda leer muy bien la letra pequeña de los contratos.

Por otro lado, las tarifas planas (pagar el mismo precio cada mes) también pueden jugar una mala pasada. Como apuntan desde asociaciones de consumidores, si la luz sube, la tarifa plana es una ventaja, pero en caso de que baje, estaremos perdiendo dinero. Y eso varía mucho de un año para otro. En algunas de estas tarifas, además, el último mes de año regularizan el consumo y, en caso de que se haya excedido el límite establecido (kWh), cobran una penalización al consumidor. Otras muchas suelen tener permanencia.

Lo más recomendable a la hora de buscar tarifas es comprobar el precio exacto de la potencia y la energía (con y sin discriminación horaria) en cada tarifa y, a partir de ahí, hacer un cálculo aproximado del consumo de nuestro hogar. En caso de que concluir que el mercado regulado sale más barato, solo hay que llamar a la compañía y pedir el cambio.

¿La discriminación horaria es una buena opción?

Si se elige una tarifa con discriminación horaria, hay que considerar que solo puede empezar a ser rentable si se consume por lo menos el 30 % de la luz en las horas más baratas, según la Asociación de Consumidores de Eléctricas. La lavadora, la nevera, la plancha, el robot de cocina y la vitrocerámica suelen llevarse gran parte de la factura, por lo que habrá que adaptar los hábitos. Si se alcanza o supera este porcentaje por la noche (horas valle), la discriminación horaria puede ser una buena opción. Los expertos calculan que el ahorro anual en la factura llega a alcanzar los 50 euros.

No obstante, la mayoría de ellos coinciden en que la opción que puede encajar en casi todos los hogares españoles es la del mercado regulado, con tarifa de discriminación horaria. Cada compañía en el mercado libre tiene todo un abanico de opciones, con distintas potencias, servicios y condiciones. En nuestra revista impresa te ofrecemos una panorámica del mercado eléctrico en España, con algunas de las tarifas que ofrecen las compañías tradicionales, pequeñas empresas y cooperativas y sus características. Pero conviene fijarse bien en la letra pequeña de los contratos para evitar sorpresas.

Para cambiar de compañía, según apunta la CNMC, el consumidor tiene derecho a hacerlo de forma gratuita (si no hay compromiso de permanencia) y es la nueva comercializadora la que debe encargarse de esos trámites en un plazo de 21 días.

 

Fuente: Erosky Consumer

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