Apple no pierde el foco y lanza los HomePod mini, una versión más pequeña y más económica de sus altavoces más inteligentes. Pero aunque son significativamente más baratos, la calidad de audio sigue siendo excepcional.

¡Qué difícil es explicar por qué el café de especialidad es mucho mejor que el café de bar! Es de esas cosas que, salvo que las pruebes personalmente, no lo entiendes.

Sí, el café de especialidad es café como muchos otros. Pero ha pasado por un largo proceso de calidad que le da mejor sabor. Y la forma de prepararlo y servirlo es distinta, con baristas que han sido entrenados por meses para prepararlo en las condiciones ideales de temperatura y proporciones correcta.

Aún explicando todo lo anterior, para la mayoría, hasta que no se sientan en una cafetería de especialidad y descubren el sabor de una taza de café bien hecha, siguen creyendo que todos los cafés son iguales.

Sucede algo similar con el sonido de alta calidad. Puedes pasar años escuchando música en auriculares de 20 dólares o 20 euros, o en los altavoces de un smartphone y estar convencido que eso es buen sonido. O comprar un altavoz pequeño para casa y pensar "hey, esto suena aún mejor que mi teléfono" y creer que el sonido conseguido es muy bueno.

Pero en realidad hay un mundo de diferencia entre sonido malo o sonido decente y productos que reproducen muy buena calidad de sonido. En ese sentido, Apple consiguió sorprender con los HomePod de primera generación, dispositivos de un tamaño relativamente discretos pero capaces de ofrecer una experiencia sonora bastante sorprendente.

De hecho, dejando a un lado el tema de los altavoces inteligentes, los HomePod ofrecen una calidad de audio comparable a dispositivos de precios mucho mayores. Pero aún así, no han tenido el éxito en ventas esperado. Es un mercado muy competido.

Parece que se deja a un lado la exigencia de un buen sonido a cambio de un precio bajo, inclusive por debajo de los 50 dólares/euros y tener acceso a un asistente de voz como Google Assistant o Alexa de Amazon.

Entonces, ¿cómo competir? Ahí es donde entran en juego los HomePod mini. Dispositivos significativamente más baratos que su hermano mayor de primera generación, pero que ofrecen un sonido bastante sorprendente considerando el precio y el tamaño.

 

Sonido grande, tamaño mínimo

La primera sorpresa al sacar los HomePod mini de la caja es lo pequeños que son. El diseño mantiene la misma línea de los HomePod grandes, pero son prácticamente una esfera con un panel LED semiplano en la zona superior.

El proceso de configurarlos es el mismo: se acerca un dispositivo de Apple como un iPhone o un iPad y todo lo demás se hace solo. Una vez terminado, viene la segunda sorpresa: cuando pones la primera canción.

¿Cómo es posible que un altavoz tan pequeño suene así? Es una primera impresión bastante agradable que solo mejora si emparejas dos HomePod mini y los escuchas en modo estéreo.

Las impresiones, tras casi dos semanas probando estos dispositivos, se mantienen: sigue sorprendiendo que pueda escuchar música a tal nivel de calidad. Con los HomePod mini, el trabajo de ingeniería para conseguirlo es interesantísimo.

Sonido computacional

Así como Apple está usando la inteligencia artificial para mejorar la calidad de las fotos que se toman con dispositivos que usan sensores mínimos en los iPhone, hay un proceso similar para mejorar el sonido.

Los HomePod mini tienen el mismo microprocesador, bueno, el mismo Sistema en Chip que el Apple Watch Series 5 y el Apple Watch SE, el cual incluye un procesador de doble núcleo de 64 bits. Gracias a esto, es capaz de "tunear" el sonido constantemente. Apple asegura que es capaz de hacerlo hasta 180 veces por segundo.

Además, por medio de aprendizaje artificial basado en miles y miles de canciones, va haciendo mejoras puntuales al sonido, constantemente, para que se escuche lo mejor posible.

El resultado es, honestamente, sorprendente. Diría que aún más que los HomePod de primera generación porque es un altavoz es realmente pequeño.

Consigue todo esto por medio de un transductor de rango completo y dos radiadores pasivos para reproducir graves profundos y agudos. El diseño físico del dispositivo permite emitir el sonido en los 360 grados. Es decir, no importa cómo está posicionado o en qué lugar de la habitación estás, se escucha igual.

Apple ha sido muy enfático en este sentido. El dejar de pensar en términos de "tengo que ponerme en cierto lugar de la habitación para escuchar bien", y permitir que los dispositivos sean los que "trabajen" para que el sonido se escuche correctamente, independientemente de dónde está la persona.

El efecto se consigue, sin duda alguna. Pero la música realmente brilla cuando se empareja con otro HomePod mini. En ese caso ambos altavoces están constantemente comunicados para siempre intentar llenar un espacio de sonido, en estéreo y siempre sincronizados.

Los HomePod mini son inteligentes pero Siri a veces no tanto

Pero no dejemos a un lado que los HomePod mini son altavoces inteligentes que tienen Siri en su interior. La experiencia de uso del asistente de voz de Apple sigue siendo buena para algunas cosas y no tanto para otras.

Yo tengo HomePods repartidos por toda mi casa. Suelo encender o apagar luces, aires acondicionados, ventiladores, hacer o responder llamadas, activar alarmas o controlar la música por medio de comandos de voz. En un 80% de las ocasiones funciona bien.

El problema es ese otro 20%: Siri no siempre entiende lo que le dices, y en el proceso de "asumir" como correcto lo que escuchó aunque no sea del todo claro, hace cosas que no debería.

También empieza a ser un verdadero dolor de cabeza que Siri solo entiende el idioma en el que está configurado y descarta otras pronunciaciones.

Por ejemplo: pedirle al asistente de Apple canciones con títulos en inglés, si está configurado en español, es sangrante y desesperante. No solo pasa en los HomePod mini, sucede en todos los dispositivos que soportan Siri.

Es un problema resuelto por todos los demás asistentes de voz, incluyendo a Google, Amazon, ¡e inclusive en productos de ultra nicho como los Tesla! En todos los casos lo entienden al primer intento. Pedirle a Siri en español que reproduzca Hope is dangerous thing for a woman like me to have, but i have it de Lana del Rey, It's the End of the World as We Know It de REM o Bullet with Butterfly Wings de los Smashing Pumpkins es una tarea titánica.

HomeKit y HomePod mini

Como mencionaba antes, es posible usar comandos de voz en los HomePod mini para controlar objetos inteligentes en casa.

Todo se puede configurar y controlar desde la app casa en el iPhone, iPad o Mac. Dependiendo de qué dispositivos y accesorios están instalados se puede pedir en voz alta que se enciendan o apaguen luces, aumentar o reducir la intensidad, subir o bajar la temperatura de un termostato. También cosas más naturales como "oye Siri, buenos días" o "oye Siri, ajusta mis luces automáticamente". Esto último regula la intensidad y temperatura de bombillas inteligentes (si ofrecen dicha función, las Phillips Hue, muy populares, no son el caso).

En mi caso, tengo un par de cámaras de seguridad de Eufy instaladas en casa y configuradas para que solamente se activen si yo no estoy. Una función de privacidad que me parece básica —tanto para mí como para visitas en casa— que ningún proveedor ofrecía previamente. De hecho, he desactivado cámaras de vídeo de otras compañías por temores a ser espiado dentro de casa.

HomeKit garantiza que la señal de audio y video de las cámaras de seguridad estén siempre cifrada y solo pueda ser visto por mí o personas autorizadas previamente, sin excepciones.

Una vez que hay un HomePod mini en casa, todo esto es posible ya que los altavoces funcionan como un concentrador para todos esos dispositivos y accesorios.

Privacidad

Con todos los problemas que tiene Siri como asistente virtual, hay una ventaja: la privacidad. Es el único que no procesa comandos en la nube y funciona 100% desde los dispositivos desde que se los activa, sea un iPhone o sea el HomePod mini.

Es irónico: para salvaguardar nuestros datos y nuestra vida una de las áreas más íntimas de nuestras vidas —nuestra casa—, es necesario evitar que los audios no terminen en la nube. Eso garantiza que no se agregue información para perfilarnos, pero también significa que la mayoría del procesamiento y el aprendizaje artificial se hace en los dispositivos donde funciona.

Apple explica que en los pocos casos que procesan o guardan datos relacionados con Siri en sus servidores, están vinculados a un identificador aleatorio y solamente es cada para mejorar el funcionamiento del asistente de voz.

A cambio, el sistema no funciona tan bien como otros que agregan petabytes y terabytes de información a una inmensa máquina (en sentido figurado) de aprendizaje artificial, que responde a casi cualquier pregunta con muchísima más exactitud. Por ejemplo, Google Assistant.

Las interacciones con Siri han mejorado bastante en los últimos años, pero Google Assistant y Amazon Alexa también. Mientras Apple no encuentre una manera de obtener todas nuestras interacciones, introducirlas a su sistema de aprendizaje automático para mejorar su inteligencia artificial, manteniendo nuestra absoluta privacidad, me temo que seguirán estando en desventaja con la competencia.

¿Deberías comprar el HomePod mini?

Me parece un gran regalo para las fiestas de fin de año. Apple convenientemente pone a la venta el HomePod mini a mediados de noviembre de 2020, por lo que llegan a tiempo.

Es una muy buena forma de tener buena calidad de audio y además un sistema de altavoces inteligente pero sin miedo a que Silicon Valley te espíe, por un precio bastante bueno.

 

Fuente: Eduardo Arcos - Hipertextual

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