Si tienes la suerte de que tu piso tenga terraza o balcón, con un mínimo de espacio para aprovecharlo y que te sirva de salón cuando llega el buen tiempo, quizás te plantees esta disyuntiva: ¿quieres cerrarla y aprovechar esos metros para la habitación colindante o te merece mejor la pena dejarla como está, cubriéndola con unos toldos?

Para decantarte por una u otra opción, tendrás que tener en cuenta los siguientes puntos: el tamaño y la forma de la terraza; la orientación y las vistas; la ubicación de la terraza en el edificio y el tipo de aislamiento. Vamos con cada uno de ellos:

- Tamaño y forma de la terraza: son dos cuestiones esenciales para saber qué uso le puedes dar a ese espacio. “Es importante que midas bien el espacio libre. Una vez lo tengamos dibujado, vemos los muebles que queremos meter. Puede ser un sofá, una mesa con sillas, una hamaca...y vemos si el espacio libre que queda alrededor de ellos nos permite el paso y estar de manera cómoda. Si todo cuadra y nos satisface, haz de tu terraza el salón o comedor al aire libre. Si no es así, quizás sea mejor cerrarla. Si la normativa urbanística lo permite, cerrarla te podrá servir para tenerla acondicionada o ampliar la estancia colindante. Ojo: es muy importante solicitar la licencia correspondiente para este tipo de actuación”, explica Pablo García, de Atrezo Arquitectos.

- La orientación y las vistas: el sol sale por el este y se esconde por el oeste dando radiación directa durante todo el día en fachada sur y nada en la norte. “Pero en las ciudades tenemos edificios y obstáculos que pueden influir en esta radiación o que pueden quitarnos toda vista e intimidad.

Si tu terraza está al norte, no necesitará toldos y en verano será de las más fresquitas. Una terraza así la puedes disfrutar todo el día. Si está orientada al este, para evitar la radiación en esta orientación necesitarás bajar el toldo en su totalidad por las mañanas porque el sol está muy tumbado. Lo positivo es que a estas horas el sol no calienta mucho y el ambiente es más fresco. Tenemos el resto del día para poder disfrutarla e incluso, podemos poner múltiples plantas que con un poco de sol a la mañana es suficiente para estar grandes y frescas”, comenta García.

Si la terraza está al sur, necesitarás toldo sí o sí. “Al estar el sol muy alto no necesita bajarse por completo por lo que tendremos sombra y vistas. Es la orientación idónea. Si la tienes hacia el oeste, ocurre lo mismo que en la terraza orientada al este, pero por la tarde. El principal problema es que el ambiente ya estará muy cálido y se convierte en un verdadero horno. Los toldos tienen que estar bajados por completo”, añade.

- Ubicación de la terraza en el edificio: estamos hablando de terrazas pero no es lo mismo tenerla en un ático que en una primera planta de un edificio. “En los áticos, por norma general, no se pueden cerrar pero se puede contemplar la posibilidad de instalar una pérgola y si es ajardinada mejor, ya que nos ayudará a protegernos de sol”, explica.

-Tipo de aislamiento: instalar toldos es una medida muy sostenible de crear sombra y evitar el calentamiento de nuestras casas. “Es por ello siempre recomendable tenerlo en las orientaciones que hemos visto anteriormente, aunque la terraza esté abierta o cerrada. Se trata de crear una protección pasiva mediante sistemas tradicionales, antes de usar las activas como el aire acondicionado. Esto no significa que no debamos instalar un sistema de aire, no estamos diciendo eso, sino que tomando medidas previas como usar un toldo, podremos enfriar una vivienda menos sobrecalentada. Así, el consumo de energía será menor. Una solución idónea para nuestros bolsillos y para el medio ambiente”, finaliza.

 

Artículo publicado por: Lucía Martín

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