Se dice que una mudanza es una de las experiencias más estresantes que existen. Empaquetar toda una casa para trasladarse a un nuevo hogar es un gran reto logístico.

Pero con un poco de organización y la ayuda de profesionales se puede conseguir sin necesidad de perder los nervios. Hay que tener en cuenta que una mudanza tiene también un importante componente emocional: se dejan atrás vivencias y recuerdos, se cierra una etapa para dar comienzo a otra. Cuanto más planificada esté la parte material, más fácil será lidiar también gestionar el factor personal.

 

Pide ayuda

Valora qué puedes asumir y qué debes contratar. Una mudanza no es fácil, pero no es lo mismo cuando se trata solo de los enseres personales que de una gran casa totalmente amueblada. Desmontar muebles y trasladar grandes electrodomésticos no está al alcance de cualquiera. Confía en profesionales.


Planifica con tiempo

En una mudanza es recomendable no improvisar ni dejar las decisiones para el último minuto. Es conveniente pactar la fecha con la empresa que se haya elegido con la máxima antelación. Hay que tener en cuenta que los finales y principios de mes suelen ser días de alta demanda. Conocer con tiempo el día elegido permite gestionar también el permiso de estacionamiento, si es necesario.

Ten en cuenta todos los detalles

La empresa de mudanzas debe conocer la cantidad exacta y el tamaño de los enseres que hay que trasladar. Idealmente realizarán una visita previa para poder calcular el volumen del vehículo que necesitan, el número de personas y las horas previstas para presupuestar el servicio. Concreta también qué necesitas: no es lo mismo trasladar solamente que empaquetar y desempaquetar todas tus cosas.

Además, hay que comunicarle a la empresa si en alguna de las dos viviendas existen restricciones de tráfico, si es una calle estrecha o peatonal, si hay ascensor o no, la anchura de la escalera y las condiciones de accesibilidad a la vivienda. En ocasiones será necesaria una grúa monta-muebles y hay que tenerlo previsto.


Antes de empaquetar, aprovecha para seleccionar

Del empaquetado pueden encargarse las propias empresas de mudanzas, que cuentan con embalajes de diversos tamaños e incluso cajas-armario para la ropa, pero también puedes hacerlo por tu cuenta. Las cajas son más recomendables que las bolsas, y hay que adecuar el peso a la resistencia del cartón para que no se rompan al trasladarlas. No te olvides de etiquetar el exterior de las cajas, así será más fácil saber en qué zona de la nueva casa deben colocarse. Antes de empaquetar es un buen momento para deshacerse de los objetos que ya no se utilizan y venderlos, regalarlos o reciclarlos. Trasladar cosas que ya no quieres no tiene mucho sentido.


Los objetos de valor van contigo

Los documentos personales, discos duros con información importante, el dinero y las joyas es mejor llevarlas uno mismo. Aunque no tiene por qué perderse nada, mejor evitar riesgos. En el caso de obras de arte, antigüedades y otros objetos grandes que deban ir en el camión de la mudanza puede contratarse un seguro específico que los cubra.


El día de antes

Apaga y vacía los electrodomésticos y todos los aparatos que contengan líquidos o fluidos que puedan derramarse: frigorífico, congelador, lavadora, lavavajillas, cafetera eléctrica, freidora o humidificadores, por ejemplo. Descansa bien y coge fuerzas. ¡Mañana es el día!

El día de la mudanza

Puedes dejarlo todo en manos de la empresa de mudanzas, pero es aconsejable estar presente en el momento de la carga y la descarga para poder realizar las indicaciones oportunas. Es especialmente importante poder especificar dónde va qué en la nueva casa, así dejarán ya cada objeto en la estancia correspondiente. Si se ha contratado también el desembalaje, la empresa se llevará las cajas ya vacías.


Evita riesgos innecesarios

Ten en cuenta que una mudanza tiene muchos costes: el vehículo, materiales de embalaje, los salarios de los trabajadores y los impuestos correspondientes. Asegúrate de que la empresa que has contratado cumple con la legislación vigente, tiene contratados a los trabajadores y factura correctamente. Si surge algún problema durante la mudanza, como un accidente laboral o la desaparición de un objeto de valor, la situación puede volverse muy desagradable si la empresa no está en regla y elude su responsabilidad.

 

Artículo publicado en: Blog de fotocasa