A partir de este año, más de 18 millones de hogares en España pueden pedir una ayuda estatal para rehabilitar su casa y ganar en eficiencia energética.

Y es que el Plan de Vivienda 2018-2021 que entra en vigor este año (este mes, según las previsiones) contempla la concesión de subvenciones destinadas a la renovación urbana, el ahorro energético y la accesibilidad. Una de sus medidas estrella es la ayuda a los jóvenes para la compra de vivienda (medida que, sin embargo, critican muchos expertos), aunque no es la única. Con el objetivo de impulsar la rehabilitación del parque urbano con criterios sostenibles, el Ministerio de Fomento ha creado dentro del plan un programa concreto sobre la eficiencia energética.

Para solicitar la subvención, basta con que el edificio fuera construido antes de 1996 (en el anterior plan el límite se situaba en 1981), e incluso está disponible para las viviendas unifamiliares y para las segundas residencias (el 50% del plan va destinado a viviendas habituales, frente al 70% previo). Tras estos cambios, el parque de viviendas objeto de subvención se amplía de 13,6 millones a 18,2 millones.

Cuánto dinero se consigue y para qué puede usarse

¿Y cuánto dinero se puede conseguir? Como recuerdan los expertos de Sto, multinacional alemana especializada en la construcción sostenible, las subvenciones cubren el 40% del coste de la obra de renovación, porcentaje que se eleva al 75% en el caso de que los beneficiarios ganen menos de tres veces el IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples) o de que la reforma incluya obras de accesibilidad (solo en caso de residentes con movilidad reducida o mayores de 65 años; si no es así, la subvención se sitúa en el 60%).

Dicho esto, el plan contempla unos límites, que el Gobierno ha fijado en 8.000 euros en el caso de los pisos y de 12.000 euros en el de las viviendas unifamilares. En el caso de que el inmueble esté catalogado como un Bien de Interés Cultural (BIC), la ayuda sube otros 1.000 euros adicionales, mientras que se sitúa en 10 euros/m2 en el caso de las superficies de uso comercial.

Pero ¿qué se puede hacer con este dinero? Serán subvencionables, por ejemplo, la mejora de la envolvente térmica de la vivienda; la instalación de sistemas de calefacción, refrigeración, producción de agua caliente sanitaria y ventilación para el acondicionamiento térmico, o el incremento de la eficiencia energética de los ya existentes; el establecimiento de equipos de generación o que permitan la utilización de energías renovables; la aplicación de mejoras que protejan del ruido o la instalación de sistemas que contribuyan a reducir la contaminación interior del inmueble.

Algunas ventajas

Estas son algunas de las ventajas de rehabilitar una vivienda:

  1. Se ahorra dinero en las facturas. El consumo de energía supone hasta un 13% de los gastos que se tienen en el hogar, por lo que apostar por un inmueble energéticamente eficiente podría llegar a suponer un ahorro anual de hasta 1.700 euros.
  2. Aumenta el valor de la vivienda. Los expertos aseguran que invertir en mejorar la eficiencia energética de un edificio o vivienda se traduce en un mayor atractivo para futuros compradores o arrendatarios y, por tanto, en un precio más alto. Un pequeño lavado de cara puede suponer un beneficio del 10% (descontando la inversión realizada), mientras que con una obra más a fondo se puede conseguir una revalorización de hasta el 25% (por ejemplo, mejorando la envolvente y la protección solar, cambiando la instalación hidráulica, térmica y eléctrica, modificando el acristalamiento y la carpintería y sellando las infiltraciones).
  3. El inmueble gana en seguridad y durabilidad. Gracias a la realización de actuaciones de aislamiento térmico, acústico o mejora de la calidad y confort interior, se dota al inmueble de mayor seguridad frente a los desperfectos ocasionados por el paso de los años: grietas, humedades, fugas de calor, desconchamiento de pintura, posibles plagas…
  4. Contribuye a cuidar del medioambiente. La misión de la eficiencia energética es reducir el consumo de energía y la emisión de CO2. Toda vivienda que se rehabilite estará contribuyendo a cuidar el planeta.
  5. No hay que renunciar al diseño. Desde Sto sostienen que eficiencia energética y diseño no están reñidos. “Es posible optimizar la sostenibilidad de un edificio o de una vivienda sin dejar a un lado la oportunidad de generar espacios y construcciones con identidad. Hay numerosos sistemas y productos destinados a la edificación responsable que permiten libertad creativa”, afirma la multinacional alemana.

 

Artículo publicado en: Idealista.com