Si estás pensando en montar tu propio negocio y necesitas un local comercial para ofrecer tu producto, aquí van algunas recomendaciones para que no te dejes nada fuera antes de firmar el contrato. Desde consultar la normativa municipal hasta cómo vas a negociar la renta.

El Blog de los Anillos de la consultora inmobiliaria JLL desgrana en varios capítulos los aspectos que cualquier nuevo inquilino de un local no debe olvidar a la hora de alquilar un local: desde todo el papeleo, negociar las rentas o el tipo de contrato hasta tener en cuenta el entorno del inmueble:

-Consulta al Ayuntamiento. Cada municipio cuenta con su reglamento obligatorio sobre los locales comerciales. Antes que nada, debes comprobar que el local cumple con ellos o si te va a hacer falta hacer algún tipo de obra. Y sobre todo si te compensa hacer o buscar otro local.

-Según la actividad comercial que vayas a realizar, puede que necesites licencia de apertura y de actividad, o acceso a minusválidos. Si vas a abrir un bar o discoteca necesitarás además la insonorización o el permiso de manipulación de alimentos si lo que vas a abrir es un restaurante.

-Aquellos locales que estén dentro de una comunidad de vecinos necesitarán el visto bueno de éstos para poder abrir el negocio.

-Cuando alquilas un local hay dos tipos de renta que pueden ser de utilidad:
Renta fija + renta variable. Pagas una cuantía fija y una variable en función de los beneficios que obtengas. El riesgo es menor si tu negocio tiene picos muy acentuados de beneficios.
Renta escalonada. Es un tipo de renta que varía según avanza el contrato. Ideal para nuevos negocios que están empezando.

-Asegúrate de que el local tenga certificado de eficiencia energética. Actualmente se trata de una certificación obligatoria que te indicará cómo el local hace uso de la energía y te dará pistas del gasto que suponen los suministros.

-Limita los contratos de alquiler a uno o dos años, sobre todo al principio. Una forma de reducir el riesgo.

-Valora la opción de los centros comerciales. Son grandes espacios con un continuo flujo de potenciales compradores, además de atraer a todo tipo de clientes. Aunque pienses que su renta puede ser un inconveniente, desde JLL afirman que opción flexible de renta fija + renta variable es bastante común en los contratos con este tipo de comercios.

-El tipo de actividad comercial marcará su ubicación. Si el negocio tiene relación con el sector industrial es conveniente plantearse la posibilidad de trasladarse a un polígono industrial. Si vas a tener relación directa con el público es conveniente que la ubicación sea a pie de calle pero si no necesitan este contacto tan directo, puedes optar por una ubicación en altura.

-Adaptar el espacio a tus necesidades. El local debe tener el espacio suficiente para que puedas desarrollar tu actividad de manera cómoda y cumpliendo con la normativa vigente.

-Cómo se encuentra conectado el local. A la hora de elegir un local debes valorar la existencia de buenas conexiones de transporte público o de lugares próximos que permitan el estacionamiento de vehículos.

Artículo publicado en: Idealista.com

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