Buzones rotos, cristales hechos añicos, pintadas en el ascensor, papeleras que desaparecen, coches abiertos, ruedas pinchadas... ¿Quién no ha sufrido estos problemas en su comunidad?

La inseguridad y los actos vandálicos se han incrementado en las comunidades de vecinos a lo largo de los últimos años. Por eso mismo, la videovigilancia se ha consolidado como el sistema disuasorio más eficaz, contribuyendo a desalentar comportamientos criminales e incivilizados, a disuadir actos vandálicos y antisociales y, sobre todo, favoreciendo el ahorro.

Su utilidad no reside sólo en el ahorro de costes por desperfectos y la prevención, sino también en la ayuda a la investigación de delitos y a facilitar una mejor respuesta por parte de la policía.

Siete de cada diez ciudadanos se muestran a favor de la instalación de cámaras de vigilancia en los lugares públicos, porque proporcionan más seguridad y protección. Y es que son muchas las razones por las que apostar por ellas:

– La videovigilancia refuerza la seguridad de la finca, en entradas y salidas de los garajes.

– Incluso las comunidades que tienen porteros las adquieren, precisamente, porque los accesos a las fincas y al garaje se encuentran más protegidos.

– Disuade a posibles intrusos en el perímetro exterior del edificio o urbanización.

– En espacios comunes, disuade actos de gamberrismo y aporta pruebas incriminatorias sobre los mismos, que evitan los conflictos posteriores que traen consigo las dudas y sospechas sobre la autoría de los incidentes.

– Evita que personal no autorizado deambule por determinadas zonas, manteniendo un registro de imágenes confiables, que aportan pruebas fehacientes en una investigación posterior, permitiendo la detención de los delincuentes.

– Refuerza el control sobre conserjes externos, previene y desanima actos violentos.

Según Cristina Masián Martínez, de M&M Abogados y Administradores S.L., "En 2008, antes de contratar las cámaras, una de las comunidades llegó a pagar 15.668€ al año por gastos vandálicos y gamberradas. Un año después, el balance de 2009 se cerró por un gasto por los mismos motivos de sólo 2.000€. A nosotros, la comunidad nos paga para gestionar bien su dinero y las cámaras lo hacen mucho más fácil".

Y es que, como dijo Quevedo, "no vive el que no vive seguro", por eso, la videovigilancia hoy en día no es un capricho, es una necesidad...

Artículo de Juan Antonio Diaz Humanes, Responsable de Marketing y Comunicación de Prevent Security Systems

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