A la hora de decorar el salón, un buen sofá y una lámpara son dos piezas fundamentales que deberías elegir con mucho cuidado. A partir de ahí, presta atención a otros detalles porque te ayudarán a personalizar el espacio. Espejos, plantas o mesas de centro son algunas de las piezas con las que puedes aportar cierto contraste y dar forma a un espacio elegante y atemporal. En este artículo te proponemos algunas ideas básicas y prácticas con las que no te vas a equivocar al decorar el salón.
Además del sofá, ¿qué asientos elijo para el salón?
Ya tienes la pieza central: el sofá. Ahora, ¿qué otros asientos encajan en el espacio? Un sofá-cama, por ejemplo, o una butaca también quedarán muy bien. Aporta una nota de contraste con un diseño diferente, más rectilíneo y rígido, como puede ser un banco de madera o un par de sillas de estilo Shaker (ya sabes, con el respaldo alto). También puedes recurrir a algún clásico Mid-century (cualquier pieza de los Eames, por ejemplo), que ahora está de moda. En general, no es mala idea contrastar una estética más suave, tanto en color como en formas, con piezas más verticales (las lámparas de pie son la mejor opción) que equilibren la decoración.
Apuesta por una mesa de centro o una otomana tapizada
Una sólida mesa de centro de patas anchas o una otomana que haga las veces de mesa y asiento quedarán muy bien tanto desde el punto de vista práctico como decorativo. En el caso de la otomana, coloca una bandeja sobre ella. Evitarás que el tapizado se estropee, pero también tendrás un lugar perfecto para disponer cualquier accesorio decorativo, como velas o pequeños jarrones. También son prácticas las mesas de centro con cajones.
En los textiles, limita la paleta de color y mezcla patrones geométricos
Estos dos aspectos que te comentamos son fundamentales. Es importante que limites la paleta de color para que la decoración de tu salón no se convierta en un popurrí infumable. Además, mezcla rayas anchas –en el tapizado de asientos y cojines– y estrechas –en las cortinas o un papel pintado de pared–, aunque aquí el tamaño del salón y las ventanas debe definir tu elección. En un salón pequeño instala estores y arriesga con el estampado para convertirlos en un elemento decorativo. Finalmente, casi todos los salones necesitan una buena alfombra que unifique el conjunto.
¿Qué luminarias son las mejores para el salón?
Una buena iluminación es esencial para crear ambiente. Hay que encontrar la mezcla perfecta entre iluminación puntual y ambiental. En primer lugar, es imprescindible elegir una buena lámpara colgante. Puedes recurrir a una de araña, ahora de moda; también a piezas más sintéticas y de líneas rectas. Si cuentas con techos altos no es mala ida decorar el espacio con una lámpara colgante grande de papel, como la Formakami de &Tradition, que ahora vuelven a llevarse. También funcionan muy bien las de acabados metálicos, como la familia Cooper, de Tom Dixon. Los apliques son muy decorativos. Colócalos en la pared del sofá. En cuanto a las lámparas de pie, son piezas escultóricas y muy decorativas. Desde luminarias como la Akari, de Isamu Noguchi; la TMM de Miguel Milá; o la Simrishamn (más económica), de Ikea u otras de marcas como Kave Home o Maisons du Monde; tienes donde elegir.
Obras de arte, espejos, plantas… y otros detalles atemporales para personalizar la decoración
Si algo ha quedado claro en este artículo es que decorar el salón es un proceso en el que hay que tener en cuenta diferentes cuestiones: desde elegir el color de la pintura y los estampados a la iluminación o dónde irán los muebles. Ahora es el momento de los detalles. Una obra de arte es la mejor manera de decorar un salón. Puedes decantarte por alguna fotografía que te guste. En cuanto a las plantas, elígelas preferiblemente de gran porte y agrupa varias. Otro detalle decorativo que actualmente es tendencia (y que es socorrido y atemporal) son los espejos grandes apoyados en la pared. Cuanto más grande sea el espejo más luz reflejará. Por lo tanto, si tienes salón pequeño es la mejor elección. Elige uno de al menos metro y medio de alto y con un bonito marco dorado. Otra buena opción es uno que imite el diseño de una ventana.