Es cierto, un grifo normal y corriente es infinitamente más barato que uno que disponga de un sistema de limitación de caudal o temperatura (te pueden costar el doble o el triple de un grifo convencional). Pero aunque pueda parecer, a primera vista, un gasto en realidad es una inversión porque supone un gran ahorro de agua: hasta el 50%.

Entre los distintos sistemas de ahorro, puedes elegir varias clases:

  • Los que ahorran agua y energía: tienen un limitador de caudal y un sistema de apertura de agua fría. Ahorran en agua caliente.
  • Los que limitan la temperatura: vienen equipados tanto con limitadores de caudal como de temperatura. Los hay que son muy sencillos de instalar, como los del sistema QuickFix Plus.
  • Los que limitan el caudal: suelen tener el chorro tipo cascada, lo que facilita el control del caudal.

Estos sistemas no se dan solo en grifos sino también, en columnas para ducha.

A la hora de elegir diseños puedes decantarte entre bimando o monomando, siendo más baratos, hasta casi un 20% los segundos. Por otro lado los tienes de pared o de sobre encimera.

En cuanto a materiales, puedes elegir entre los grifos de latón que suelen ser los más económicos. Los de acero inoxidable suben algo más de precio y finalmente los de cerámica son los más caros.

En cuanto a los sistemas, puedes elegir con detector de manos, con sensores de proximidad y activación; o los de apertura en frío, que suelen ser los de precio más elevado.

Sobre los acabados, los más competitivos en cuanto a precio son los cromados. Si lo quieres lacado, en bronce o dorado, saldrán más caros: hasta un 30% más.

Según el Centro de Investigación del Agua, el 8% del consumo doméstico de agua procede de la ducha. Este tipo de grifería te permitirá ahorrar agua pero no solo, también electricidad: como marcas los grados que quieres, no tendrás que esperar a que el agua alcance la temperatura y eso hace que la caldera esté encendida menos tiempo.

En definitiva, todo ventajas: ahorro de agua, de energía y mayor comodidad, ya que no tendrás que estar ajustado el agua caliente como sucede con los grifos convencionales. Si en casa hay niños, este tipo de grifería aporta mayor seguridad ya que al tener limitadores impedirán que el agua caliente supere los 38 grados y así, no hay riesgos de quemaduras.

 

Fuente: Lucía Martín (Colaborador de idealista news)

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