Limitar la circulación de vehículos a través de la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones en las ciudades permite reducir la emisión de dióxido de nitrógeno (NO2) en un 20 %. En España 149 localidades deben contar con una este año. A la espera de que se vayan poniendo en marcha estas zonas a lo largo del año 2023, repasamos —y resolvemos— las dudas más comunes acerca de estas restricciones.
¿Qué es una Zona de Bajas Emisiones?
De acuerdo con el artículo 14.3 de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) es un área en la que “se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, conforme a la clasificación de los vehículos por su nivel de emisiones”.
Por el momento, cada ayuntamiento tiene total libertad para decidir qué área del municipio tendrá estas restricciones y quién, cuándo y cómo puede acceder, circular o, simplemente, estacionar en la Zona de Bajas Emisiones de su territorio. La única exigencia es que tomen como referencia los distintivos medioambientales de la Dirección General de Tráfico (DGT).
¿Qué tipos de ZBE puede haber?
Para ayudar a los ayuntamientos a implementar las ZBE en sus municipios, y a la espera de la publicación del real decreto que norme de manera precisa cómo hacerlo, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha publicado unas directrices en las que expone cómo se deben desarrollar estos espacios. Estructuralmente pueden ser de núcleo o de anillo.
- Si es de núcleo, se delimita solo un área o áreas concretas en el municipio.
- Si es en forma de anillo, alrededor de la ZBE se delimitan una o varias zonas de transición en las que se aplican medidas graduales para evitar un efecto frontera.
Estas zonas se pueden completar con áreas especiales, como un parque empresarial, polígono industrial, centros escolares u hospitalarios, en las que se establezcan restricciones por su alta densidad de vehículos. O áreas puntuales, tramos de calle en los que se desea mejorar la calidad del aire reduciendo el tráfico.
¿Cómo se señaliza una Zona de Bajas Emisiones?
Para el conductor resulta fundamental saber si está entrando en una Zona de Bajas Emisiones, por eso, en los puntos de acceso deben colocarse señales informativas de ZBE. La DGT ha aprobado un diseño, homogéneo para todos los municipios, que prohíbe la circulación de los vehículos de motor que no dispongan del distintivo ambiental indicado en la parte inferior de la señal.
Imagen: DGT
La reforma de la Ley de Tráfico, de marzo de 2022, establece multas de 200 euros por no respetar estas zonas (100 euros con pronto pago).
¿Qué pasará con los residentes de una ZBE?
Las restricciones de acceso a las ZBE están vinculadas al etiquetado ambiental, con independencia dónde esté domiciliado el vehículo y figure el alta del Padrón del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM). Sin embargo, en una primera instancia, los consistorios pueden aplicar excepciones a los empadronados en la ZBE, siempre estableciendo un horizonte temporal.
¿Se implantará en España el peaje urbano en estas zonas?
El acceso y circulación en la ZBE puede incorporar el pago de una tasa o peaje, cuya cuantía puede variar en función de las condiciones del vehículo (quien contamina paga), del nivel de congestión o estar generalizado para todos los conductores (pago por uso del espacio público en condiciones de exceso de tráfico).
Ramón Ledesma, consejero asesor de PONS Mobility, ve al peaje urbano como una posible solución. “Lo cierto es que la infraestructura de la calzada es finita, y que todos los vehículos accedan en el mismo lugar y a la misma hora no es posible. Por eso deben establecerse restricciones de circulación. Hasta ahora, en el ámbito urbano, en España solo se ha utilizado la restricción por carencia de etiqueta ambiental. En este sentido, hay otras opciones como la del peaje urbano que, como ha ocurrido en otros países, resultan efectivas e incluso más razonables que prohibiciones absolutas. Antes o después se pondrán en marcha”, opina.
Por Sonia Recio