Vivir con otras personas (sobre todo con gente desconocida) a veces es causa de roces, discusiones y mal ambiente, pero es una buena opción si lo que quieres es independizarte pero no se puedes permitirte afrontar el precio de un alquiler en solitario.
En Fotocasa hemos realizado un estudio sobre pisos compartidos del que se desprenden diez motivos de discordia entre los compañeros de piso. ¿Te identificas con alguno?
10 problemas de convivencia al compartir piso
1. La suciedad y el desorden
Si estás acostumbrado a que todo esté siempre limpio, perfumado y ordenado, puede ser un golpe muy duro encontrarte con compañeros de pisos que vivan encima de una capa de suciedad y no se den ni cuenta. Tienes dos opciones: o convertirte en la Señora Doubtfire o adaptarte a la porquería. Eso sí, te tranquilizará saber que no estás solo en esto, porque un 46% de los encuestados asegura que este es el motivo más frecuente de disputas entre los compañeros de piso.
2. La falta de privacidad
Siempre hay el típico compañero de piso que piensa que tiene derecho a abrir la puerta sin llamar, ya sea la de la habitación o del baño. Esta confianza para interrumpir la privacidad de cada uno es, para el 14% de los encuestados, uno de los principales motivos de broncas.
3. La discoteca en la habitación de al lado
Cuando por fin has conseguido concentrarte para estudiar o conciliar el sueño, tu compañero justo pone la música a todo volumen y, encima, empieza a cantar como un loco. No eres el único al que le molesta: un 14% confirma que es una de las cosas que más le irritan de sus compañeros de piso.
4. El mal rollito entre los compañeros de piso
Es prácticamente misión imposible encontrar compañeros de vivienda con los que no surjan roces en el día a día, ya sea por las tareas del hogar, manías, hábitos o el carácter de cada uno, pero se debe ceder un poco. El 12 % asegura que llevarse mal con los vecinos de habitación es un grave problema de convivencia.
5. El derroche de los gastos comunes
Seguro que eres del 12 % que ha llegado alguna vez a casa, se ha encontrado todas las luces encendidas y ha discutido con su compañero de piso por no hacer un uso eficiente de la energía. El uso irresponsable de los gastos comunes es uno de los motivos de disputa más habituales en los hogares españoles.
6. Robar la comida a escondidas
Abres la nevera y, para variar, tu rincón está vacío Piensas que tu compi no se dará cuenta y decides robarlo un poco de comida. Pues que sepas que el 7,7% sí se da cuenta de los hurtos y para ellos es un motivo de muy mal rollo.
7. Okupas en las zonas comunes
El 7% de los españoles que comparte vivienda aseguran que no soportan al típico compañero que está ocupando las zonas compartidas cuando las necesitas. Si no está en el baño, ha plantado su campamento base en la cocina y, si no es la cocina, será el salón.
Los espacios comunes son, como indica su palabra, comunes, así que se deberían dejar libres cuando no sea imprescindible.
8. Vivir juntos pero no revueltos
Es genial llevarse bien y compartir momentos, pero esto de apuntarse a todos los planes, salir siempre de fiesta con sus amigos, y querer formar parte de cada momento de su vida, no es sano. Al 6,5% les molesta mucho que se invada su espacio personal.
9. Los compañeros de piso 2×1
Nadie tiene nada en contra del amor y la pasión, pero que tengas que marcharte para que tu compi pueda hacer una cena romántica o no puedas ver una película en el sofá porque están en plan tortolitos día sí día también. A un 6,3 % les molesta mucho que las parejas de los compañeros estén siempre en casa.
10. Overbooking en el piso compartido
No importa que hayas tenido un mal día y quieras estar solo, porque cuando llegues a casa estás casi seguro de que estará lleno de gente. Y es que si vives con un compañero de piso que es el primero de sus amigos que se independiza, prepárate, porque tu piso se convertirá en el punto de encuentro de fiestas, cenas, películas, trabajos en grupo… El 3 % no soportan que su piso esté invadido día sí, día también.
Fuente: Fotocasa Life - Actualidad, inspiración y cultura inmobiliaria