En muchas localidades españolas la ola de calor actual está haciendo que las temperaturas lleguen a sobrepasar los 40ºC, lo que hace que estar en nuestra vivienda resulte insoportable, sobre todo durante las horas de más calor. Para evitar sentir que estamos dentro de un horno en nuestra propia casa, podemos seguir una serie de trucos para refrescarla sin tener que recurrir al aire acondicionado, ya sea porque no disponemos de estos aparatos o porque queremos evitar que nuestra factura de la luz se incremente de forma considerable.
Baja las persianas y cierra las cortinas para enfriar la casa
La primera regla básica es bajar las persianas y correr las cortinas durante el día y abrirlas durante la noche, para que los rayos de sol no penetren en el interior de la vivienda. Sin embargo, sí que debemos dejar las ventanas abiertas para que el aire circule entre las estancias, para lo que también deberemos dejar las puertas de las habitaciones abiertas.
Llegada la noche ya podremos subir las persianas y abrir las cortinas, para que el aire “fresco” de la madrugada enfríe la vivienda.
Mantener la casa “a oscuras” durante el día permitirá que la temperatura interior disminuya entre 5 y 7 grados, con respecto a la del exterior.
Enciende aparatos que hagan que el aire de la casa circule
Contra todo pronóstico, no estamos hablando de ventiladores. Aunque éstos sí que nos refrescan si nos ponemos justo delante de ellos, no enfrían el aire; sólo mueven el que ya estaba caliente. Por lo tanto, los ventiladores no hacen que la temperatura de la casa disminuya, sino que se limitan a empujar el aire.
Sin embargo, existen aparatos muy parecidos a los ventiladores, llamados “circuladores o purificadores de aire”, que como su nombre indica, sueltan chorros de aire que mediante aspas se esparcen por toda la estancia y generan una circulación constante de corriente, capaz de enfriar una habitación hasta 4ºC.
Evita las fuentes de calor para que el aire de la casa sea más frío
Los aparatos electrónicos gastan más energía y generan más calor de lo que nos podemos imaginar. Por lo tanto, mientras más electrodomésticos tengamos encendidos más se calentará el ambiente.
Debemos intentar tenerlos apagados en la medida de lo posible, especialmente aquellos que generan más calor, como el horno, la vitrocerámica, la secadora, la plancha, el secador de pelo o las bombillas, sobre todo si no son led. Si tenemos que usarlos es preferible hacerlo durante las horas de menos calor.
Si estamos usando el horno o la vitrocerámica debemos encender la campana extractora, ya que además de disuadir el olor de la comida, absorberá el aire caliente que generan estos electrodomésticos.
Recurre al agua para combatir el calor
Además de beber agua regularmente para evitar deshidratarnos, es recomendable ducharse o refrescarse a lo largo del día con agua fría, para que el cuerpo aguante mejor las altas temperaturas. También podemos poner los pies en remojo o mojarnos las muñecas y el cuello a menudo.
También se han puesto de moda en los últimos años otros aparatos conocidos como “sistemas de evaporación”. Éstos contienen un recipiente para almacenar hasta dos litros de agua que se va evaporando con la ayuda de un ventilador que impulsa el agua evaporada hacia arriba. Son capaces de enfriar una habitación hasta 8ºC.
Asimismo, podemos poner agua fría en un recipiente con spray, e ir rociando la vivienda para refrescarla. A esta agua podemos añadirle un poco de perfume o algunas gotas de aceites esenciales frescos, que además aromatizarán el ambiente y darán sensación de frescura.
Si tenemos la suerte de tener un balcón o una terraza en casa también podemos instalar una piscina hinchable, para ir remojándonos a lo largo del día.
Llena la vivienda de plantas que bajan la temperatura ambiente
¿Sabías que algunas plantas son capaces de bajar la temperatura? No sólo purifican el aire y generan oxígeno, sino que también son capaces de disminuir el calor. Las cinco que tienen más capacidad de enfriar son: el aloe vera, el ficus, la palma areca, el poto y la sansevieria.
Lo ideal es colocarlas juntas y cerca de las ventanas, como si fueran un muro, para que además de crear sombra bajen la temperatura, mediante la transpiración, por la cual el agua se evapora de sus hojas al absorber los rayos del sol.
Gracias a todos estos consejos conseguiremos disfrutar del verano sin que las altas temperaturas se vuelvan insoportables dentro del hogar y además ahorraremos en la factura eléctrica.
Fuente: Fotocasa Life - Actualidad, inspiración y cultura inmobiliaria