Para muchos usuarios, desaparecer de las redes sociales se convierte en un auténtico calvario. Una foto inapropiada que nos persigue en cada entrevista de trabajo, falsedades, suplantación de identidad, o simplemente, el propio hecho de querer borrar nuestros datos de la nube son motivos más que suficientes para embarcarnos en un periplo que a la postre se advierte complicado para la mayoría de los internautas. Pero calma. El experto en informática Iñaki Lakarra, profesor de la Universidad de Mondragón, insiste en que desaparecer de Internet y de las redes sociales es posible, y no es complicado. Solo que requiere de tiempo. «Las plataformas digitales no nos lo ponen fácil. El acceso para darse de baja cambia de manera muy periódica. Intentan que no sea intuitivo», explica.
Derechos de los usuarios de Internet
El año 2014 fue clave para los derechos de los internatuas en Europa. A partir de ese momento comenzó a ponerse límites a las plataformas digitales, que pasarían a estar sometidas a las normas de protección de datos de la Unión Europea. Desde entonces se reguló el derecho de los usuarios a suprimir o borrar sus datos, el derecho al olvido (más relacionado con prensa y resultado en buscadores) y el derecho de acceso, es decir, la posibilidad de saber qué datos tienen estas plataformas sobre nosotros. Lo regulaban las siguientes normativas:
- Sentencia de mayo de 2014 del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
- El Reglamento General de Protección de Datos, que es de obligado cumplimiento en todos los estados miembros de la UE desde mayo de 2018. Se aplica a todas las empresas europeas, pero también a empresas de fuera que presten servicios a ciudadanos europeos.
- La Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales, aprobada en España en diciembre de 2018.
Pasos para borrar nuestra huella digital
El rastro que dejamos en la red es inmenso, aunque no seamos conscientes de ello. Una vez que aceptas las condiciones para abrirte una cuenta en una red social, cedes el derecho del uso de esos datos, sin otra opción posible. Y aquí llega el negocio.
Según la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), «en buena parte de los casos, los servicios más usados en la red se prestan gracias a la cantidad de información y datos personales que las personas usuarias aportamos, tanto a las empresas que ofrecen los servicios como a otras personas usuarias, por lo que debemos ser conscientes de los riesgos que esto puede suponer para nuestra seguridad y privacidad».
Lo que hacen las plataformas es vender la publicidad segmentada en base a los datos personales. «Tienen tal conocimiento de ti, que distribuyen los anuncios por ubicación geográfica, por gustos, por temas laborarles, hobbies, contacto, etc., que hace que esa publicidad sea efectiva», explica Iñaki Lakarra. Las fotos, los audios y los textos son analizados por empresas externas para establecer perfiles. Es decir, «si cuelgas muchas fotos de ciclismo, interpretan que te gusta ese deporte y a la hora de ponerte anuncios lo harán de bicicletas y otros productos relacionados», matiza el experto.
Es por ello que los proveedores de servicios de redes sociales se las ingenien para ponernos trabas en el camino, con el objetivo de que se nos quiten las ganas de borrar nuestra huella digital ante la complejidad de la tarea. Además, en todas ellas utilizan mensajes para que cambies de opinión, como «¿te lo has pensado bien?», «no podrás volver a contactar con tus amigos y familia», «perderás tus fotos y conversaciones» o «no se podrá volver a usar ese nombre de usuario».
Cómo desaparecer de las búsquedas de Google
En realidad, todas estas redes sociales han ido cambiando la forma en la que te das de baja. Cambian tanto que lo que publiquemos hoy podría dejar de sernos útil la próxima semana. Según Lakarra, una buena opción es buscar tutoriales recientes. Por su parte, si bien Google tiene que respetar el derecho al olvido, esto no afecta a aplicaciones ligadas a su servicio como Linkedin,
❗ Importante: Los datos que nos propongamos retirar de Google tienen que ser artículos que hablen de la persona que lo solicita. Google no retirará artículos que indexa de terceros, como una multa que publique el BOE.
- Para retirar nuestros resultados de búsqueda es necesario rellenar este formulario.
- Para eliminar tu cuenta de Google puedes ejercer el derecho de supresión. Así, desde este enlace puedes decidir qué datos guardan de ti. En la parte de abajo, tienes la opción de «eliminar tu cuenta».
- En esa misma página, hay una opción para descargar todos tus datos, que es lo que se conoce como el Derecho a la Portabilidad.
Cómo dar de baja mi cuenta de Facebook, Instagram y Whatsapp
Facebook, al igual que Instagram, ofrece dos opciones: desactivar la cuenta durante un tiempo o eliminarla de manera definitiva. En ambas plataformas esta opción no se permite hacer desde el móvil; solo puedes realizarla desde un ordenador.
La opción de darse de baja del servicio no está a la vista y lo más significativo es que va cambiando dentro de la web. En 2021 estaba en la configuración de tu cuenta de perfil, en marzo de 2022 está en administración / privacidad y seguridad. «Lo van moviendo de sitio. Intentan que no sea intuitivo y que no sea fácil de quitarlo», apunta el docente Iñaki Lakarra.
A día de hoy, estos son los enlaces de Facebook:
Links para desactivar Instagram:
- Borrar la cuenta de Instagram de manera temporal.
- Borrar la cuenta de Instagram de forma permanente.
? Link para dejar Whatsapp:
- Aquí tienes las instrucciones para borrar tu cuenta y tu perfil de Whatsapp.
Prevenir para no borrar: cuidado con los datos que publicamos
Desde la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) insisten en la prevención y destacan la importancia de practicar un sharenting responsable, sobre todo cuando se trata de menores. En este sentido, detallan que el 56 % de los padres suben fotografías de sus hijos que podrían resultarles vergonzosas, o que antes de que los cumplan 13 años, los progenitores de Reino Unido habrían publicado en redes sociales un promedio de 13.000 vídeos o fotos de sus hijos. «Hay motivos para llamar la atención de las familias sobre una práctica no siempre resulta tan inocua como parece», explican.
La AEPD es una vía rápida para solicitar la retirada urgente de contenidos sexuales o violentos —fotos, vídeos, audios o información— publicados en Internet y en redes sociales, difundidos sin el permiso de las personas que aparecen en ellos. Se presta especial atención a casos de acoso a menores o violencia sexual contra las mujeres, pero también en situaciones de violencia digital de todo tipo. «Creemos que es importante que los ciudadanos sepan que pueden acudir a la Agencia para solicitar la retirada urgente de esos contenidos si alguna vez les sucede», añaden.
Fuente: Manuela García Llanos