Cada vez son más las personas en nuestro país que, al hacer testamento ante notario, incluyen a instituciones benéficas entre sus beneficiarios. Es decir, hacen un testamento solidario. El proceso es sencillo y lo puede hacer cualquier persona mayor de 14 años que esté en plenas facultades mentales en el momento de la firma. A continuación te contamos todo lo que debes saber para poder llevarlo a cabo. Eso sí, debes tener en cuenta que la herencia legítima a hijos, cónyuge o padres siempre se tiene que respetar y que puedes elegir a cuántas organizaciones sin ánimo de lucro quieras para repartir tus bienes cuando ya no estés. Por eso, también te enumeramos algunos de los proyectos con los que puedes colaborar con tu legado solidario.
Pasos para hacer un testamento solidario
- A quién se quiere donar
Elegir las entidades no lucrativas que trabajan en las causas solidarias con las que nos sentimos más identificados, sean locales, nacionales o internacionales.
- Qué información se necesita aportar
Consultar a la institución o entidades elegidas a qué dedican las donaciones y cómo invierten los legados solidarios que reciben. Solicitar su información legal completa, domicilio, datos de constitución y CIF, para incluirlos en el testamento.
- Trámites ante notario
Acudir a un notario y manifestar nuestra voluntad de ordenar y firmar un testamento solidario, trámite que suele costar 40 euros. Especificar nuestro estado civil y cargas familiares, bienes o patrimonio que queremos legar y porcentaje que donaremos a cada ONG elegida.
- Informar
Si es nuestro deseo, comunicar a familiares y a la organización benéfica nuestra intención de colaborar con ella tras el fallecimiento. También podemos señalar en qué notaría se ha depositado el testamento solidario, aunque los familiares podrán consultarlo en el Registro General de Actos de Última Voluntad.
Qué proyectos e iniciativas financiar con un legado solidario
Gracias a las donaciones recibidas, las entidades benéficas pueden invertir en ciencia, medio ambiente, educación o derechos sociales, entre otras causas que contribuyen a mejorar el futuro de las próximas generaciones. Estos son algunos ejemplos, según datos de la plataforma Haztestamentosolidario.org:
Los legados solidarios permiten convertir inmuebles donados en viviendas de acogida para familias con recursos económicos limitados que requieren desplazamiento durante largas temporadas para recibir tratamiento.
También se puede evitar el tráfico humano en países en vías de desarrollo, mediante el rescate y reinserción social de niñas y jóvenes en riesgo de ser explotadas sexualmente.
Permiten la inversión en maquinaria de última generación necesaria para el tratamiento de enfermedades y contratación de nuevos investigadores y biomédicos que desarrollan innovadoras terapias contra enfermedades degenerativas o causantes de alta mortalidad.
Contribuyen a la instalación de sistemas de distribución de agua y saneamiento en regiones empobrecidas donde el difícil acceso a agua potable pone en riesgo la salud de más de 50.000 personas en el corazón de África.
También pueden ser dedicados a la reforestación de territorios, retirada de plásticos de las playas y contratación de equipos destinados a la protección de animales en peligro de extinción.