A lo largo de 2014 miles de propietarios españoles han obtenido el certificado energético para la vivienda que vendían o alquilaban sin que ni siquiera estuviese clara la normativa aplicable y sin que ningún organismo oficial vigile su implantación, a pesar de ser obligatorios desde junio de 2013.
Esta circunstancia ha provocado que, ya sea por desconocimiento o por ahorrarse el coste de este trámite, muchos caseros con pisos en alquiler han descartado realizarlo porque, al tratarse de un contrato privado, ninguna institución competente comprueba que los pisos que se alquilan dispongan de él.
El caso de las casa en venta es distinto, pero ahí también campa el descontrol. si bien en estas operaciones el notario ejerce una tarea de control y exige el certificado para escriturar la operación, muchos propietarios tratan de rebajar el coste del trámite dejándose seducir por las ofertas on line certificados energéticos ‘de oído’ con ahorros de entre el 50% y el 90%
Idealista news ya denunció el pasado mes de julio que estas certificaciones ‘vía telemática’ son un fraude y carecen de valor. circunstancia que ha venido refrendada por la nueva orden de regulación en materia de certificación energética que está preparando la comunidad de Madrid.
Este nuevo marco normativo contemplaría entre otras cuestiones que para la expedición del certificado energético sea obligatoria la visita “in situ” del técnico para la toma de datos. también establecería que quién venda o alquile una vivienda deberá contar con el correspondiente documento antes de la firma del contrato

El propietario, el responsable
“La legislación exige que a partir de junio de 2013 toda vivienda que se alquile o venda debe contar con el certificado. el propietario que no lo haga se arriesga a ser multado”, insisten desde el organismo regional, que además confirma que las certificaciones ‘de oído’ son un fraude.
Los propietarios y caseros que no tengan la documentación en regla incurrirían en una infracción en materia de consumo, al menos en Madrid –la comunidad que cuenta con un marco normativo más claro– y se enfrentarían a una multa de hasta 6.000 euros.

Escasa implantación
Pese a lo elevado de las posibles sanciones, lo cierto es que la implantación del certificado energético en el parque inmobiliario español es cuanto menos decepcionante. Únicamente 645.359 edificios de segunda mano han obtenido el certificado de eficiencia energética en su primer año en vigor (hasta junio de 2014), según el ministerio de industria.
En opinión de la plataforma certicalia, se trata de una cifra que apenas supone el 13% de los inmuebles. además, el 85% de los inmuebles certificados han recibidos las calificaciones más bajas.

Futuro sostenible
Los que sí parecen haberse tomado en serio el asunto de la eficiencia energética en la construcción son algunos promotores, que han empezado a levantar inmuebles con la máxima calificación energética.
Una de estas empresas que apuesta por construir viviendas eficientes es vía célere. En Madrid la promoción ‘residencial célere puerta del retiro’ cuenta con geotermia, paneles solares y suelo radiante, factores que le han llevado a obtener una letra “c”.
Este es sólo un primer paso para que en 2020 la mayoría de las casas españolas tengan un consumo de energía prácticamente nulo, tal y como lo contempla el gobierno y la unión europea.