Para evitar un incendio, debes tener una buena ventilación, no sobrecargar la red y jamás fumar en la cama, pero si se desata, solo debes tratar de apagarlo si es pequeño y controlable.

Consejos para evitar un incendio en tu hogar

¡Cuidado con sobrecargar la red eléctrica!

El salón es la habitación en la que se origina el mayor número de incendios, con el 52 % de las víctimas mortales, según el estudio citado. No es de extrañar, pues esta estancia acumula el mayor número de enchufes, regletas, ladrones... que muchas veces originan el sobrecalentamiento de la red.

Los fuegos relacionados con causas eléctricas se deben también al mal uso de los aparatos o a que están mal instalados. Por eso, como indican fuentes del Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, "no deberías conectar varios aparatos en un solo enchufe múltiple y tienes que mantener en buenas condiciones la instalación eléctrica". ¡Otro consejo! Nunca emplees aparatos en mal estado (estufas, cocinas, neveras, etc.), no los manipules "ni intentes repararlos".

Nunca fumes en la cama

El segundo foco donde se producen más fuegos en casa es el dormitorio (3o %). Bien por tener aparatos conectados a la red (móviles, despertador, etc.) o, sobre todo, por fumar en este cuarto. Antes de acostarte debes asegurarte de que no hay cigarrillos encendidos, ni en el cenicero (antes de vaciarlo, comprueba que el contenido está bien apagado y el cenicero frío). Por supuesto, "nunca tienes que fumar en la cama, ni encender un cigarrillo si estás muy cansado o somnoliento", aseveran los bomberos de Madrid.

No eches agua si se incendia la sartén

En la cocina se registra el 15 % de los fallecidos por incendio casero, según el estudio de Mapfre. Los expertos recomiendan para cocinar:

• Llevar ropa con mangas estrechas.
• Nunca llenar una sartén más de la tercera parte.
• No dejar desatendida la sartén cuando está en el fuego.
• No poner comida en la sartén, si el aceite está en exceso caliente (echando mucho humo).
• Jamás echar agua sobre ella si se prende fuego en la sartén, sino taparla con una tapa más grande que ella y no moverla, ya que se podría derramar aceite ardiendo y propagarse el fuego.

Instala medios de prevención

Rejillas y detector de humos son un salvavidas. Las habitaciones en las que haya cocinas, calentadores o estufas de gas tienen que estar ventiladas con rejillas de ventilación. Si decides cerrar la terraza o el tendedero a los que daría la ventilación de la cocina, debes colocar en ellos estas rejillas. En el caso de las calderas, "además de rejillas de ventilación, se necesita un conducto (chimenea) para evacuar al exterior los gases de la combustión", explican desde el Cuerpo de Bomberos de la Diputación de Sevilla.

El detector de humos es también un gran aliado. Fácil de instalar, "puede darte esos preciosos minutos que podrán salvaros a ti y a tu familia", señalan desde el Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid. Los expertos recomiendan comprobar cada mes el detector pulsando el botón, comprobando que se oye en todas las habitaciones de la casa (para sordos hay detectores con alarma de luz intermitente). Si el detector emite un pitido intermitente, hay que cambiar las baterías.

No dejes a los niños solos en casa

Nunca se debe dejar a los niños pequeños solos en casa. Si tienes que salir, aunque sea solo un momento, debes llevarlos contigo. También deberás hacerlo, si te es imposible dejarlos al cuidado de alguna persona. Por supuesto, "los niños tienen que estar alejados de velas, cerillas, cigarrillos, enchufes, estufas o chimeneas", recuerdan los bomberos madrileños.

Utiliza bien braseros, estufas... ¡y velas!

Los aparatos domésticos que producen calor, como estufas, braseros o chimeneas, debes mantenerlos alejados (como mínimo un metro) de objetos que puedan quemarse, como sofás, cortinas, ropa...

"Las velas también pueden ser peligrosas, mucho", apuntan los bomberos del Ayuntamiento madrileño, que recomiendan:

• Nunca dejarlas encendidas si no estás presente.
• Colocarlas en soportes con base firme, de material difícil de arder y con capacidad para contener la cera que cae.
• Tener cuidado al encenderlas si llevas el pelo muy largo, ropa holgada o fulares.
• Debes mantenerlas lejos de niños y mascotas.
• Está prohibido salir de casa o acostarse sin apagar antes las velas.

Cómo actuar en caso de que se incendie tu casa

Utiliza el extintor y la manta apagafuegos

Lo mejor si se desata un fuego es dejar el trabajo a los profesionales.; es decir, es esencial llamar a los bomberos siempre. Solo hay que intentar apagar el fuego si es pequeño y controlable. Para ello, hay que colocarse entre el fuego y una salida de escape. Además:

• Utilizar el extintor, aunque solo vale para los inicios del incendio. Su uso no es complicado. Tras retirar la anilla del extintor, debes situarte a unos tres metros del fuego, dirigiendo el polvo a la base de la llama. Si el fuego es vertical, se apaga siempre de abajo hacia arriba. Y, después, debes salir sin perder de vista el foco, aunque ya lo hayas apagado.
• Usar la manta apagafuegos, un eficiente sistema de extinción, en especial para materiales líquidos inflamables. La manta ejerce de escudo protector frente al fuego al intentar cubrir la llama, que se extinguirá por la falta de oxígeno. Al igual que el extintor, debe situarse en un lugar visible y fácil de alcanzar.

Llama al 112

Si el fuego se descontrola, lo más conveniente es salir de la habitación y dejarlo como está. Si es posible, hay que cerrar la puerta del cuarto en el que se ha iniciado el incendio para que tarde en pasar a otras habitaciones. De inmediato, hay que avisar a los bomberos.

Corta la corriente eléctrica y la entrada de gas

En lo posible, hay que retirar los productos combustibles o inflamables que estén próximos al fuego. Si el incendio se ha originado en la cocina, hay que salir rápidamente, ya que casi siempre es en ella donde se encuentran almacenados productos de limpieza, inflamables, etc.

Abandona el lugar

Si el fuego se descontrola, hay que abandonar el lugar:

• Cierra  las puertas al salir. Además, en caso de que haya humo, hay que salir gateando y, bajo ningún concepto, empujar a otros afectados ni entorpecer su salida.
• Hay que evitar los ascensores como vía de evacuación y no hay que detenerse hasta estar lejos del lugar del siniestro.
• No hay que subir a las últimas plantas, pues la tendencia del fuego es ir hacia arriba, las corrientes de aire expanden el fuego en esa dirección.
• Si la escalera está llena de humo, conviene mantenerse en casa y hacer lo siguiente: o   Encerrarse en una habitación o salir a la terraza y cerrar las puertas, tapando las ranuras —mejor con trapos mojados— para que no entre humo. o   Hacerse ver por la ventana.

Qué cubre el seguro de hogar por incendio

Una de las peores situaciones que pueden suceder en tu casa es que se produzca un incendio. Por ello, esta circunstancia está considerada en los seguros de hogar:

• Todos los seguros de hogar con cobertura de incendios tienen la obligación de indemnizar los daños y pérdidas materiales que cause el fuego, siempre que se origine de manera fortuita.
• También cubre la reconstrucción de la vivienda o del jardín hasta un límite. En este caso, también pueden darte una indemnización en metálico.
• Objetos: si además de cubrir el continente (la casa), cubre el contenido, es probable que haya excepciones como las joyas, dinero en efectivo u obras de arte, que no todos los seguros cubren.
• Asumirá el coste del servicio de los bomberos: no siempre lo cubren al 1oo% y conviene conocer las condiciones concretas de tu póliza.
• Suele cubrir el alojamiento provisional, pero solo durante un tiempo determinado.

Cómo apagar el fuego en la ropa y el pelo

Si el fuego prende en tu ropa o tu pelo, debes tratar de mantener la calma y actuar de este modo:

• Ropa. Si se incendia la ropa de uno mismo, no hay que correr, sino tirarse al suelo y, una vez tumbado, rodar sobre sí mismo. Si se le prende la ropa a otra persona, hay que tumbarla en el suelo y cubrirla con una manta, apretando hasta extinguir las llamas.
• Pelo. si se incendia el pelo, hay que tapar la cabeza rápidamente con un trapo húmedo.

Fuente: Blanca Álvarez, Erosky Consumer