Aunque aún es minoritario, el mercado de las viviendas prefabricadas empieza a captar la atención de los que buscan un nuevo hogar. Y es que estos inmuebles, por norma general, resultan más económicos, se construyen más rápido y son más sostenibles que los convencionales. Para edificar una casa modular, eso sí, se necesita una cantidad importante de dinero, así que ¿cómo se pueden financiar las obras? Como contamos a continuación, en principio, si se pretende fijar la vivienda en el terreno, es posible contratar una hipoteca, mientras que si se prefiere no anclarla al suelo, habrá que firmar un préstamo personal.

Hipoteca autopromotor si está fijada al suelo

Se considera anclada al suelo cualquier casa que no sea móvil, es decir, que esté fijada en el terreno. Si la vivienda prefabricada que se pretende edificar cumple este requisito, se puede financiar su construcción con una hipoteca autopromotor, que es un producto específicamente diseñado para cubrir el coste del levantamiento de un inmueble.

Estas hipotecas, por norma general, son algo diferentes a las que se contratan para financiar la compra de una vivienda. En estos casos, el banco no entrega el dinero de golpe, sino en varios plazos: un pago inicial para cubrir el comienzo de las obras, varias entregas posteriores a medida que la construcción avanza y un abono final al terminar la edificación. Antes de cada entrega, la entidad pide al arquitecto que certifique que la edificación se está completando según lo planeado.

Asimismo, en la inmensa mayoría de los casos, el banco no aprobará la operación si el terreno sobre el que se quiere construir la casa modular no pertenece al solicitante. Si el cliente no es propietario de ese solar, puede intentar financiar su compra con otra hipoteca o con un préstamo personal, pero eso aumentará su endeudamiento y le dificultará la obtención de la hipoteca para autopromoción.

En cuanto a las condiciones, las entidades financian hasta el 80 % del coste de las obras, con un plazo de devolución que rara vez supera los 30 años. El interés puede ser mayor o menor dependiendo de la política interna de cada banco y del perfil del cliente, aunque normalmente es de entre el 2 % y el 3 %. Por lógica, solo se aprobará la concesión si el solicitante de la hipoteca es solvente.

Préstamo personal si la casa es móvil

Ahora bien, ¿qué ocurre si la vivienda prefabricada que se pretende construir no va anclada al suelo? En estos casos, al ser móvil, no podrá considerarse inmueble, así que no se podrá constituir una hipoteca sobre esa casa. En consecuencia, la única manera de financiar su edificación será mediante la contratación de un préstamo personal.

Estos créditos, por lo general, tienen más limitaciones que una hipoteca: su interés es más alto (de en torno al 8 %), tienen un importe menor (hasta 50.000 euros en la mayoría de los casos) y se pueden devolver en menos tiempo (unos 10 años como mucho). Y como es lógico, hay que contar con una buena situación económica para que se apruebe la solicitud.

No obstante, un préstamo personal permite financiar también la compra del terreno, siempre que su coste más el de la vivienda no supere el importe máximo otorgado por el banco. Además, el proceso de contratación es más rápido, pues no es necesario inscribir el crédito en el Registro de la Propiedad.

¿Qué documentos se necesitan para obtener financiación?

Ya se financie la edificación con una hipoteca autopromotor o con un préstamo personal, para obtener la aprobación es necesario entregar diversos documentos que acrediten la solvencia del potencial deudor. Normalmente, hay que presentar copias de la última Declaración de la Renta, de las últimas nóminas, de extractos bancarios de los movimientos más recientes, etc.

También es imprescindible tener en regla todo el papeleo de la futura casa modular.  En caso de que vaya a estar anclada al suelo, se deberá contar con la licencia municipal de obras, con el proyecto del arquitecto debidamente validado, con el presupuesto de ejecución y con el certificado de eficiencia energética. En cambio, si la vivienda va a ser móvil, no será necesario pedir la licencia de obras, aunque sí habrá que ir al Ayuntamiento para consultar si hay que conseguir algún tipo de autorización urbanística.

Asimismo, si se conecta con la red de suministros del municipio, se deberán hacer las gestiones oportunas para contratar los servicios que se requieran.

 

Fuente: Miquel Riera, HelpMyCash

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