Ahora vamos a abordar cuáles son las revisiones que deben tener las calderas de gas domésticas, que son aquellas con una potencia inferior a 70 kW.

Para que nos entendamos, son las que suele tener en casa el común de los mortales (sí que es cierto que en algún chalet unifamiliar puede haber alguna más potente, pero lo habitual es la anterior potencia).

Lo primero que hay que decir es que sobre las calderas de gas y sus revisiones confluyen dos textos normativos que generan dos tipos de controles que, a menudo, el usuario confunde. Por un lado está la revisión de la instalación del gas, que es obligatoria cada 5 años según lo establecido en el BOE de 4 de septiembre de 2006, Real Decreto 919/2006 de 28 de julio.

Esta revisión de la instalación se debe hacer cada cinco años y la tiene que hacer la empresa instaladora habilitada o si no, personal de la compañía de gas. Esta revisión es una revisión de seguridad del aparato en sí, se mira, por ejemplo, la combustión, entre otras variables. Después se emitirá un certificado”, explica Miguel Ángel Sagredo, asesor jurídico de la Asociación de Empresas del Sector de las Instalaciones y la Energía, AGREMIA. El usuario deberá guardar ese certificado durante un periodo de cinco años. Además, para facilitar futuras inspecciones, el técnico que ha realizado la inspección suele colocar una pegatina en la caldera.

Y, ¿qué pasa con la otra revisión? Esta revisión también es obligatoria y está regulada por el Reglamento de las Instalaciones Térmicas en los Edificios, RITE. Hasta ahora esa revisión era obligatoria realizarla cada año pero hubo un cambio y ahora debe realizarse cada dos: “Esta revisión tiene más que ver con la eficiencia energética de la caldera y se valora por ejemplo, que haya buena combustión que no haya pérdidas de agua, etc. Muchas veces los contratos de mantenimiento de la marca de las calderas suelen incluirla”, especifica.

Lo que dice el reglamento en concreto es que:

  • Las calderas murales a gas se revisarán cada dos años.
  • Los calentadores de agua, con potencia inferior a 24,5 kW se revisarán cada cinco años.
  • Otro tipo de calderas (de gasóleo): una vez al año.
  • Equipos de aire acondicionado: cada 4 años.

Esta revisión, que, recordemos, es obligatoria cada dos años, la suele solicitar el usuario (haya detectado un problema o no en la caldera) o bien es el fabricante quien lo recuerda, cuando se tiene contratado un contrato de mantenimiento.

¿Cuánto cuestan estos contratos? Suelen estar en torno a los 110 euros anuales y pueden incluir diferentes cláusulas según el fabricante o compañía: mano de obra, recambio de piezas (entran unas sí pero otras hay que pagarlas aparte), etc.

¿Te interesa como usuario contratarlo? Pues depende: si tu caldera es relativamente nueva, no, porque según lo que dice el reglamento, ya no tienes necesidad de una revisión anual sino cada dos años. Bastará con que cada dos años, te revisen el aparato. Además, ojo a las duplicidades: comprueba en tu seguro del hogar si tienes incluido o no este servicio porque en caso afirmativo, puedes estar pagando dos veces por el mismo servicio si tienes el mantenimiento con el fabricante.

¿Quién hace las revisiones?

Sí que es importante que esta revisión la realice un técnico en la materia: si tienes contratado un servicio de mantenimiento con el fabricante, la cuestión está resuelta. Pero si no lo tienes y quieres revisar tu caldera solo debes acudir a profesionales en la materia, para evitar males mayores. De hecho, y a raíz de la explosión sucedida en el centro de Madrid hace una semana, Agremia emitió un comunicado incidiendo en la importancia de que las instalaciones y aparatos de gas solo puedan ser manipuladas, revisadas y mantenidas por empresas y operarios habilitados por la autoridad competente en materia de Industria de cada Comunidad Autónoma.

Desde Agremia dan, además, una serie de consejos prácticos: vigila que la combustión sea correcta (si la llama es azul lo es, pero no si la llama es amarilla), importante no obstruir las ventilaciones obligatorias y cerrar la llave general si se detecta olor a gas. Si se detectase dicho olor, hay que abrir ventanas, evitar la producción de chispas, no accionar interruptores eléctricos y llamar lo antes posible al 112.

Fuente: Lucía Martín, Idealista Blog

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