Dentro de una maceta, detrás de un cuadro, en el congelador o el bote de las galletas… e incluso en un colchón con una caja fuerte incorporada, que ya se fabrican. Todos son buenos escondites para guardar dinero en casa. En general, ante situaciones de crisis suele crecer el número de ciudadanos que duda sobre si guardar su dinero en casa o en el banco. Ahora bien, ¿es una práctica legal? ¿Puede haber algún problema con Hacienda? Como explicamos en este artículo, no hay un máximo de dinero en efectivo que puedas tener en tu domicilio, pero su procedencia debe ser legítima y estar declarado a Hacienda. Por esto, conviene ser precavido y contar con pruebas que puedan acreditar el origen del efectivo.
¿Puedo guardar mi dinero en casa?
500, 1.000, 3.000, 6.000 euros... No existe impedimento legal para guardar fuera del banco el efectivo que desees y que hayas obtenido de manera lícita. Cada uno puede disponer de su dinero como quiera, y almacenarlo donde quiera. Otra cuestión es que haya mejores opciones que tenerlo en casa a cal y canto, como invertirlo en un "valor seguro".
Respecto a tenerlo en el domicilio, Hacienda advierte del peligro fiscal de esta práctica, aunque sea legal. El problema no reside en sacar una cierta cantidad del banco, sino en cómo y cuándo aparece de nuevo. Si una persona retira, por ejemplo, 20.000 euros de una cuenta, y poco después ingresa la misma o similar cantidad, es creíble que sea el mismo dinero que sacó.
Pero si permanece más tiempo fuera del circuito bancario, al aparecer de nuevo, la Administración puede dudar de su procedencia y obligar a tributar sobre el mismo en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), como una ganancia patrimonial no justificada. Obligaría a tributarlo en más de un 50 %, si no se consigue probar que se trata del mismo dinero que se sacó.
En ese sentido se ha pronunciado la Dirección General de Tributos, respecto a la realización de una retirada y de un posterior ingreso en efectivo en una cuenta bancaria. Se indica que, en el ámbito fiscal, "no se tiene por qué creer que el dinero que un cliente saca de su banco en un momento determinado es el mismo que se mete en la entidad después de un periodo de tiempo medio o largo". Podría ser un premio, una herencia o una ganancia que Hacienda desconoce y, sobre todo, por la que no se han pagado impuestos. Por este motivo, cualquier persona que ingresa dinero en una cuenta bancaria debe poder acreditar cómo lo ha obtenido.
Si alegas que esa cantidad es la misma que retiraste, conviene que puedas demostrarlo. Para la Administración, la carga de probar el origen del dinero metido en una cuenta la tiene el contribuyente. Por ello, para evitar que se considere que lo reingresado supone una ganancia patrimonial no justificada, hay que ser precavido. Conviene, en los casos más extremos, y tras retirar una importante cantidad de dinero, acudir a un notario.
Cómo justificar que el dinero es legal
No es tan complicado demostrar que el dinero es legal. Cuando se retiran más de 3.000 euros en metálico de una cuenta, basta con indicar al cajero de la oficina para qué se desea. Porque debes saber que cualquier movimiento en metálico que supere esta cantidad quedará registrado en el Banco de España y se notificará a la Agencia Tributaria.
Además, Hacienda sabe siempre quién gasta más de lo que gana. Tiene múltiples medios para ello: uso de una Visa Oro, abono de facturas de más de 3.000 euros donde figure el NIF... En caso de que la Administración localice un gasto superior a los ingresos declarados, llama y sanciona al contribuyente por el importe que supone no declarado con su impuesto correspondiente, intereses de demora y multa.
¿Quieres guardarlo en casa? Sitios buenos para esconder el dinero
Un robo es el más frecuente de los peligros que conlleva el hecho de guardar el dinero ahorrado en casa. Pero, además, incendios, inundaciones, terremotos o, incluso, llegar a morir sin decir dónde estaba la "hucha"… son otros riesgos frecuentes de mantener el efectivo debajo del colchón.
Aunque nunca será tan seguro como depositarlo en un banco y, a pesar de los riesgos citados, quieres tener tu dinero en casa, a continuación te decimos dónde guardarlo. Los 15 lugares que te proponemos son, además, más seguros y originales que el típico colchón o la tradicional caja fuerte —sitios que los cacos revisarán en primer lugar sin dudarlo—:
➡️ En una toma de corriente falsa.
➡️ Debajo de las baldosas o detrás de los azulejos en baño y cocina.
➡️ En la nevera (en un sobre plastificado dentro de un tarro de mermelada o similar) o en el congelador, dentro de una bolsa de plástico metida en una caja de empanadillas, pizza, etc.
➡️ En un cajón con doble fondo.
➡️ Si tienes jardín, en cajas fuertes enterradas.
➡️ En una falsa tubería.
➡️ Detrás del cabecero de la cama, un lugar al que nadie se acercará de noche.
➡️ Si tienes, en la caseta del perro, sin que esté al alcance del animal.
➡️ En una caja de juguetes de los niños: un puzle, un juego de mesa...
➡️ Dentro de un zapato.
➡️ En una botella vacía colocada entre otras botellas o dentro de la cisterna del inodoro.
➡️ En una caja de medicamentos.
➡️ Dentro de álbumes de fotos o en un marco, entre la foto y la tapa.
➡️ Entre las páginas de un libro escogido, para no olvidar en cuál (o en un libro hueco que no destaque mucho).
➡️ Debajo del asiento de una silla.
Fuente: Blanca Álvarez, Erosky Consumer