En este artículo te queremos dar algunos consejos para tener los radiadores listos y a pleno rendimiento durante los meses de frío. Empecemos:

Limpiar los radiadores

La limpieza de los radiadores es una tarea muy sencilla y que no nos quita mucho tiempo. Aun así, a todos nos pasa que, en los meses de la época estival, no solemos poner mucha atención a los radiadores y se nos olvida limpiarlos regularmente. Por eso, antes de encender los radiadores, lo primero que debemos hacer es limpiar todo el dispositivo. Para ello, te recomendamos limpiarlos con un paño un poco húmedo. ¡Ah! Y sin ningún tipo de producto fuerte que pueda ser propenso a dejar olores al momento de que los radiadores se enciendan.

Purgar los radiadores para quitar el aire acumulado

¿Sabías que mientras los radiadores están en pleno funcionamiento se van generando pequeñas burbujas de aire? Estas burbujas, al pesar menos que el agua y ayudadas por el movimiento del agua que recorre el circuito de calefacción, se acumulan en las partes más altas del circuito. Esto puede llevar a escuchar sonido de goteo, que el radiador no caliente de manera adecuada o incluso que la caldera tenga que trabajar, lo que hace que se gaste más energía y se reduzca considerablemente su eficiencia.

Por eso, es importante que la primera vez que volvemos a encender los radiadores después pasado un tiempo, los purguemos. Si eres de los que tiene radiadores modernos, comprados hace poco tiempo, quizá no debes preocuparte, ya que la mayoría de los radiadores actuales ya cuenta con un sistema de purgado automático. Pero, si por el contrario, eres de los que cuenta con radiadores relativamente antiguos, tienes que purgarlo manualmente. Los radiadores suelen tener a un lado una pestaña que debemos abrir para drenar el agua.

Comprobar el estado de las válvulas de los radiadores

Las válvulas, sean termostáticas o no, son las encargadas de cerrar el paso de agua al radiador para conseguir el calor deseado. Aún así, como no siempre necesitamos la misma cantidad de calor, vamos abriendo o cerrando estas válvulas para adecuar la temperatura a nuestras necesidades. Aunque te recomendamos siempre mantener una temperatura constante.

Por eso, es importante comprobarlas antes de la llegada del frio, y asegurarnos de que funcionan correctamente, que no hay ninguna dañada. En el caso de que cuentes con válvulas termostáticas, tienes revisar que funcionan correctamente según la temperatura que marques.

Tener los radiadores despejados

Es muy importante que los radiadores no tengan ningún tipo de obstáculo delante, nada que impida que el calor generado no se reparta en las estancias. A veces, porque no disponemos de mucho espacio o por temas de distribución, solemos poner el sofá o algún mueble delante de los radiadores. Es una práctica muy común que hace que los radiadores no sean eficientes, que su rendimiento se reduzca y que no se pueda distribuir de manera correcta el calor generado.

Comprobar los niveles de la caldera

Hasta ahora nos hemos enfocado en los radiadores, pero no podemos olvidar que los radiadores son el sistema que hace transmitir el calor generado por la caldera a las estancias. Si la caldera no cuenta con un mantenimiento correcto, puede hacer que no funcione bien y evidentemente, esto afecta los radiadores. Por eso, es importante comprobar si la caldera cuenta con la presión y niveles de agua adecuados en el circuito. Por lo que, si no eres instalador o un experto en la materia, lo mejor que puedes hacer es dejar que un profesional compruebe tu caldera antes de ponerla en marcha. En realidad, por regla general, debemos realizar un mantenimiento anual, así que, si no se nos olvida, siempre tendremos nuestra caldera y los radiadores en pleno rendimiento.

Si tienes en cuenta todos estos consejos, ya solo te queda decidirte por los termostatos

Contar con termostatos nos permitirá no solo mantener la temperatura media recomendada de 21°C en el invierno, sino, además, reducir el consumo y mejorar la eficiencia de la vivienda. Una combinación perfecta que nos llevará a controlar el gasto. ¿Y por qué es importante? Si no controlamos nuestra calefacción en invierno, el consumo se incrementará en un 8% por cada grado que supere los 21°C recomendados.

Con estos sencillos consejos, te aseguramos que tus radiadores estarán en su mejor estado para así obtener el máximo confort y ahorro posible durante los meses de frío.

 

Fuente: Fotocasa Blog

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