La imagen de una persona enfundada en un mono blanco con un aspersor y una bombona de producto biocida desinfectante a la espalda ha sido parte de esta pandemia. De las 17.000 actuaciones que la UME (Unidad Militar de Emergencias) ha realizado durante el estado de alarma, el 60 % han ido dirigidas a la desinfección de residencias y espacios públicos. Los diferentes métodos de limpieza e higiene masivos se han hecho cotidianos, siendo uno de ellos el que más ha multiplicado sus búsquedas en Internet: el ozono. Sin embargo, las autoridades sanitarias avisan de que los aparatos domésticos no son útiles para acabar con el coronavirus, que el ozono no se puede aplicar sobre las personas y que su uso como desinfectante requiere de empresas especializadas para evitar riesgos a la salud.

El ozono como desinfectante

Esta molécula compuesta por tres átomos de oxígeno tiene un poder desinfectante y viricida (acaba con los virus) y tiene dos particularidades respecto a otros biocidas de origen químico que utilizan las empresas de desinfección. Según Fernando Vega, de la empresa Ambion, “la primera es que se produce en una máquina específica en el momento de la aplicación, es decir, no se distribuye, almacena o transporta ozono; y la segunda, que su plazo de seguridad es muy inferior al de otros viricidas de uso más frecuente”. Con esto, han proliferado la demanda de aparatos que producen ozono para uso doméstico, pero su uso debe aplicarse únicamente a cargo de profesionales del sector.

El Ministerio de Sanidad lo dijo claro en un comunicado, “ante la proliferación en el mercado de dispositivos productores de ozono”:

  • El ozono no se puede aplicar en presencia de personas.
  • Los aplicadores deben contar con los equipos de protección adecuados.
  • Es una sustancia química peligrosa que puede producir efectos adversos. En el inventario de clasificación de la ECHA (Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas) se notifica la clasificación de esta sustancia como peligrosa por vía respiratoria, irritación de piel y daño ocular.
  • Se deberá ventilar de forma adecuada el lugar desinfectado antes de su uso.
  • Puede reaccionar con sustancias inflamables y puede producir reacciones químicas peligrosas al contacto con otros productos químicos.

A su vez, la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA) alertó hace unos días de que los sistemas de limpieza y purificación del aire mediante ozono no eran del todo eficaces para proteger a una familia de la covid-19. “La eficacia de los tratamientos mediante altas concentraciones de ozono está fuera de toda duda y ha sido avalada por numerosos estudios científicos independientes; en cambio, los higienizadores de uso particular que generan bajas concentraciones de ozono y permiten la presencia simultánea en la estancia de personas durante su funcionamiento podrían no ser eficaces para eliminar virus, bacterias u otros patógenos”, añade Fernando Vega, de Ambion.

Precauciones ante la limpieza con ozono

El sistema habitual para desinfección de espacios cerrados es la nebulización, es decir, transformar un líquido en partículas finísimas que forman una especie de nubecilla, según la Real Academia Española (RAE). Las empresas especializadas utilizan una maquinaria especial que nebulizan el producto desinfectante sobre el lugar. “Muchos de los espacios y superficies a tratar deben recibir una capa muy fina de producto que no cale o gotee”, explica Vega. El producto se diluye en agua y debe siempre estar autorizado por el Ministerio de Sanidad.

“Los desinfectantes deben ser aplicados por personal profesional especializado que debe contar con el certificado de profesionalidad de control de plagas, y la empresa debe figurar en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas. Un profesional de la limpieza, la jardinería o el mantenimiento de edificios no está autorizado para aplicar este tipo de biocidas”, confirma el experto.

El Ministerio de Sanidad, por su parte, también ha advertido que “no existe ningún producto viricida que esté autorizado para su uso por nebulización sobre las personas. Por tanto, esta técnica de aplicación que se anuncia en los denominados túneles desinfectantes de ningún modo puede ser utilizada sobre personas“. Los desinfectantes viricidas tienen siempre un plazo de seguridad que varía en función del producto, pero que puede llegar hasta las tres horas antes de que nadie pueda estar en la estancia desinfectada.

 

Artículo publicado por Mario Suárez