No todas las estancias ni todos los fondos son adecuados para realizar reuniones de trabajo virtuales o hacer videollamadas a clientes.

Desde hace 2 meses las videollamadas han adquirido mayor importancia que nunca, no solo para relacionarnos con amigos y familiares, sino para continuar celebrando reuniones de trabajo, mantener encuentros 1to1, realizar webinars o eventos virtuales o incluso aparecer en medios de comunicación. 

A la hora de realizar una videoconferencia no solo hay que tener en cuenta lo que se dice o cómo usar la tecnología que permite esta conexión en la distancia, sino también lo que aparece a nuestras espaldas cuando hablamos con compañeros de trabajo, jefes, clientes, periodistas, etc. Debes escoger muy bien el rincón de la casa para estos encuentros. Estos consejos te servirán de ayuda para dar con el mejor espacio:

  • Controla lo que aparece detrás: Desafortunadamente, no tienes ojos en el cogote ni un retrovisor en casa para saber lo que puede surgir en el fondo, así que trata de poner la webcam, ordenador o móvil enfocando hacia una pared o mueble. Cuando menos espacio haya a tus espaldas, mucho mejor. Intenta que detrás de ti no se vean largos pasillos, puertas, ventanas que dan a otras habitaciones, etc, para que no aparezcan en plano invitados o cameos no deseados. En este sentido, es recomendable vigilar igualmente los espejos. 
  •  Encuentra el lugar formal: Uno de los mejores espacios que puede usarse como fondo es una mesa de trabajo o una estantería que tenga una pequeña biblioteca. Es lo más parecido a un entorno de trabajo que podrás conseguir en tu domicilio y queda bastante profesional, aunque su uso en exceso nos lleve a pensar que es algo de ‘postureo’.
  • Busca fondos neutros: Cuidado con dejar que la cámara apunte a ciertas paredes o estanterías si no quieres revelar ciertos detalles de tu vida que deberían permanecer privados. Trata de evitar los fondos que tengan elementos llamativos, como pósteres, elementos de decoración, ropa u objetos poco adecuados en un entorno laboral o que te comprometan de alguna manera. Seguramente tu superior o compañeros no deban saber cómo es esa ropa interior que te has dejado colgada o tirada, que tienes la cama sin hacer, que no has recogido los platos sucios, cómo es la foto de tu comunión, etc.
  • Monta un pequeño set: Siguiendo el consejo anterior, no se trata solo de no mostrar lo que no se quiere, sino de que enseñes lo que deseas que sea visto. Como hacen muchos youtubers, puedes configurar un pequeño ‘altar’ o set de grabación con elementos decorativos que estén relacionados con tu trabajo o actividad profesional. Eso le dará más personalidad a las videollamadas. 
  •  Cuida la luz: En muchos casos, sobre todo si estás en contraluz porque hay una ventana o puerta, tu interlocutor te percibirá prácticamente en penumbra. Quizás no haga falta que cambies de sitio. Puedes mejorar la iluminación de la escena encendiendo alguna lámpara o focos de techo o ubicando una lámpara auxiliar frente a ti para que se te vea bien la cara. Las lámparas o flexos con luces LED dan muy buenos resultados. 

Fondos desenfocados o virtuales

Si todos estos consejos no te convencen mucho porque estás en un entorno al que es complicado sacarle partido o encontrarle un fondo neutro, hay otras opciones disponibles. 

Algunas webcams y plataformas tecnológicas te permiten jugar con la profundidad de campo o aplicar una especie de efecto bokeh, en el que el sujeto o la figura aparece enfocado o definido, pero todo lo que hay detrás se mostraría emborronado.

Además, otra posibilidad es que incluyas un fondo digital o virtual. Aplicaciones y programas destinados a las videollamadas, como Zoom o Microsoft Teams ya te dan esta posibilidad, para que a tu espalda pongas el escenario o motivo que desees. 

En este sentido, hasta Ikea ha decidido echar una mano y ha diseñado 30 propuestas para que muestres distintos ambientes a tu alrededor. No obstante, no todos están dirigidos al ámbito profesional, aunque algunos pueden serte de utilidad. 

Lo recomendable no siempre es posible

Hay que tener en cuenta para finalizar que, aunque todos estos consejos se basan en el sentido común, en la situación excepcional que estamos viviendo es normal que algunas personas se vean obligadas a hacer videoconferencias desde donde puedan, siempre dependiendo de sus circunstancias personales o familiares. 

No todo el mundo cuenta con un despacho, biblioteca o espacio formal habilitado en casa y en ocasiones no queda más remedio que realizar la sesión desde la cocina, la habitación de uno de los niños, un pasillo o un comedor, al ser quizás esta la única estancia con una gran mesa. También sucede que en la habitación o el plano puedan meterse otros habitantes de la casa, como niños, mascotas, ancianos o compañeros de piso, dado que estamos tratando de teletrabajar mientras atendemos simultáneamente las clases de los niños o convivimos con otros. 

 

Artículo publicado en: Byzness

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