El ordenador (portátil, de mesa, tableta…) lo utilizamos para estudiar, trabajar, leer un artículo interesante o estar al tanto de la actualidad. Hoy en día, resulta casi indispensable. Por eso, cuando el equipo sufre daños, se nos viene el mundo abajo, y más si tanto reparar como reponer un buen material tecnológico supone un gasto considerable. Por ello, tener un seguro puede compensar en algunos casos. Si tienes un dispositivo de gran valor (eres profesional del diseño, periodista, arquitecto, emprendedor…) o lo usas mucho, te puede interesar contratar un seguro para tu ordenador. Antes, conviene conocer qué opciones hay, así como sus ventajas e inconvenientes, como explicamos en este artículo.

Garantía legal del ordenador

Todos los artículos tienen una garantía legal de dos años, "que empiezan a contar desde la fecha de compra (la que aparece en el tique o en el albarán)", indica la abogada Antonia Cortés. Gran parte de los usuarios solo tiene esta garantía cuando adquiere su ordenador, y a ella recurren si se les estropea. Sin embargo, conviene tener en cuenta que no cubre más que los defectos que tuviera el aparato en origen, los fallos de fábrica. Además, solo en los primeros seis meses tras la compra del ordenador se presume que el defecto es de fábrica. Pasado este tiempo, "aunque sigue habiendo garantía, tú estás obligado a demostrar que el fallo ya existía", aclara.

Algunos establecimientos ofrecen garantías ampliadas (nunca pueden ser de un plazo inferior a la legal), pero a cambio debes pagar algo más. Y, por lo general, no cubren robo o daños por caídas o golpes del ordenador, como hace un seguro.  

Seguros de hogar con cobertura para aparatos electrónicos

¿Crees que cualquier incidencia del ordenador la cubre el seguro de hogar? Estas pólizas pueden tener coberturas que no imaginabas, pero también sucede al contrario. No en todos los seguros de hogar entran los desperfectos del ordenador  y, si lo hacen, solo es en determinados segmentos de su producto. Muchos de ellos no protegen ante determinados siniestros (como el daño por derrame de líquidos, por ejemplo) o lo hacen de forma restringida.

Además, hay un amplio porcentaje de usuarios de ordenador que carecen de seguro de hogar, por lo que están desprotegidos. Algunos viven de alquiler o comparten piso... Hay muchas personas que no tienen una casa en propiedad y, por tanto, no tienen contratado un seguro para la vivienda.

Seguros específicos para ordenador

En el caso de que seas un profesional cuya labor se desarrolla en el ordenador (diseñador, arquitecto, emprendedor, periodista, gamer...) o que viajes mucho y lleves tu portátil a cuestas, te conviene tener el equipo —que probablemente sea costoso— lo más cubierto posible. Una manera de tener protegido tu ordenador y rentabilizar la inversión que has realizado puede ser suscribir un seguro específico, que las grandes aseguradoras tienen en su cartera de productos.

La gran ventaja de estos seguros, que compensan sobre todo en caso de que tengas un equipo caro, es todo lo que cubren: "los daños accidentales, el robo con fuerza del dispositivo, el daño por robo o el que se haya producido por derrame de líquidos, entre otras circunstancias", tal y como indica José Miguel Campos, experto de Klinc, empresa pionera en este tipo de producto. Lo habitual en los seguros tecnológicos es que queden excluidos el hurto (cuando te lo han sustraído sin violencia) y la pérdida.

Hay seguros para dispositivos electrónicos de muchos precios, incluso algunos se pueden contratar desde 2,49 euros al mes (para un ordenador de gama media). Pero conviene estar atento a las condiciones y cláusulas de estos productos, y no perder de vista que, por regla general, la seguridad tiene un precio: cuantas más coberturas y prestaciones contratemos, nos costará más.

La gran letra pequeña de los seguros

¿Lees la letra pequeña de cada contrato que firmas? Es muy probable que no siempre lo hagas, o no con todo detalle. ¡Error! Es un consejo manido, pero veraz: siempre hay que leer la letra pequeña de un contrato porque su contenido determinará la relación contractual.

En el caso de un seguro, ya sea de hogar, para tus aparatos tecnológicos o cualquier otro, puedes descubrir coberturas que desconoces o comprobar que no aparece lo que a priori dabas por hecho. También verás si hay condiciones y requisitos en determinadas circunstancias, límites… Es importante dedicar el tiempo que sea necesario. Tienes derecho a leerlo con detenimiento antes de firmar para contratar un producto.

 

Artículo publicado por: Blanca Álvarez

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