El plástico se ha convertido en uno de los materiales más demonizados del año. Envenena el mar, se cuela en nuestros cuerpos y provoca la asfixia e inanición de millones de animales marinos. Y si nos quedamos de brazos cruzados, los científicos advierten de que en el océano habrá más plástico que peces en 2050. El problema crece como una bola: mientras que más de ocho millones de toneladas de este material acaban en los mares y océanos cada año, la producción de plástico virgen (no reciclado) no para. De hecho, los expertos estiman que aún aumentará un 40 % en los próximos 10 años. Para frenar el destrozo de playas y mares, el Parlamento Europeo acaba de aprobar la directiva que prohibirá a partir de 2021 la venta de algunos productos hechos de plástico de utilizar y tirar. Esto implica que desaparecerán de los lineales del supermercado productos como los platos, cubiertos y vasos de un solo uso, los bastoncillos de algodón, las pajitas, los removedores de bebida y los palos de globos. También dejarán de comercializarse las bandejas y recipientes de poliestireno expandido como los utilizados en las fruterías, cajas de comida rápida o en envases de embutidos. Para ir adelantándote a este futuro sin plástico, pon en práctica las siguientes 10 ideas.
La decisión era esperada; y ha sido celebrada en redes con los lemas #PlasticFree y #SinPlástico. Pero para las entidades ecologistas, la Eurocámara se queda corta. "Esta norma es un buen primer paso para frenar la contaminación por plásticos, pero sin eliminar o reducir todos los envases desechables no será suficiente", opina Julio Barea, responsable de la campaña de plásticos de Greenpeace. Para Barea resulta importante cortar la producción de envases de plástico de un solo uso y fomentar envases reutilizables que los sustituyan.
Teresa Rodríguez, responsable de comunicación de Amigos de la Tierra, coincide con el análisis. "Todavía quedan fuera gran parte de los plásticos de usar y tirar, sobre todo los que se utilizan para los envases", apunta. Además, cree que la norma debería entrar en vigor cuanto antes, y no esperar al 2021, cuando "muchas otras toneladas de plástico habrán llegado al mar".
Así podemos olvidarnos del plástico
Aun así, los consumidores podemos hacer mucho para invertir esta tendencia de polución plástica. La pregunta es si será fácil acostumbrarse a vivir sin objetos de usar y tirar. Según Rodríguez, "va a resultarnos más sencillo de lo que pensamos". En realidad, los productos de utilizar y tirar, recuerda, solo llevan algunas décadas entre nosotros, "por lo que no son costumbres muy arraigadas, por mucho que nos dé esa impresión en un primer momento".
Y no solo podemos desterrar de nuestras vidas los plásticos de usar y tirar. Además, podemos hacerlo con estilo. Recopilamos 10 ideas reales para demostrarlo.
1. Apúntate al consumo vintage
Revival. Vintage. Las tendencias que abrazan los objetos duraderos que sobreviven durante décadas se imponen en la moda e incluso en la decoración. Y el secreto de su éxito se llama durabilidad. "La primera clave para no emplear plásticos de usar y tirar es escoger productos duraderos", dice la portavoz de Amigos de la Tierra.
Ya sabes: recupera la vajilla de la abuela y desempolva los cubiertos que tu madre guarda desde hace años. Ahora son tendencia. Y, además, te ayudarán a cuidar la salud del planeta. "Aunque parezcan más caros en un primer momento, puesto que los usaremos una y otra vez a la larga son más baratos", afirma Rodríguez.
2. Bolsas lavables que duran
Otros productos duraderos que nos acostumbraremos a emplear con mayor frecuencia: las bolsas de algodón orgánico reutilizables. Para empezar, son el último grito. Las hay estampadas para nerds (amantes de la tecnología) y para hipsters, con motivos gatunos y hasta con toques culturetas. También se adaptan al estilo campero convertidas en bolsas de red.
Lo importante aquí se resume en que resultan duraderas y no incorporan plástico. Por eso, sirven para hacer la compra con mucho estilo y con respeto por el planeta.
3. Pajitas de aguacate
El aguacate tiene un sinfín de beneficios culinarios y saludables en la dieta. Pero, además, su hueso constituye un material duradero y maleable con el que fabricar objetos que sustituyen a los artilugios de plástico de un solo uso. Un ejemplo son las pajitas de semillas de aguacate: se disuelven en el agua y ayudan a recuperar la vida marina.
4. Bolsas compostables
Las fibras vegetales como el almidón o la fécula de patata permiten fabricar material biodegradable que, una vez estropeado, puede incorporarse a la materia orgánica para crear compost. Incluso existen bolsas con semillas para que puedas plantarlas cuando se rompen.
5. Cubiertos de madera
Se venden como una alternativa para cuando no hay modo de renunciar a los cubiertos de un solo uso. En este caso, puedes escoger una cubertería de madera, que además es compostable.
Pero revisa las etiquetas de estos tenedores y cucharas orgánicas, ya que si quieren proteger el entorno, hay marcas que donan una parte de sus ventas a causas medioambientales. También es importante asegurarte de que están hechas con maderas sostenibles y que resultan 100 % biodegradables.
6. Pajitas de acero inoxidable
Las pajitas de plástico se han ganado mala fama, en parte, por su impacto y daño a los mamíferos marinos. Por suerte, hay un sustituto económico para no dejar de tomar tus batidos o zumos con estilo: las pajitas fabricadas con acero inoxidable. El paquete de cuatro pajitas ronda los 10 euros y viene con un cepillo para limpiarlas. Estos artilugios se mantienen frescos en verano, lo que también se agradece.
Además, los removedores de bebida y hasta los palos de globos también pueden fabricarse de acero. Si prefieres una alternativa más desechable, los puedes encontrar de bambú.
7. Cubo de basura de acero
Un cubo de acero inoxidable para la basura orgánica no solo quedará resultón en tu cocina. Además, te evitarás usar bolsas de plástico o sustitutos. Eso sí: necesitarás lavarlo con frecuencia. Algunos contienen un filtro de carbono reemplazable para controlar los olores y que estos no salgan del receptáculo.
8. Tarteras de cristal
Los táperes de cristal son una alternativa al plástico y, además, duradera. "En general, los alimentos cuanto más lejos estén del plástico, mejor", afirma el neumólogo Luis Seijo. Por eso, este doctor recomienda no emplear bolsas ni otros envases inadecuados para estos fines. Gestos sencillos para sacar el plástico de la dieta y de los mares.
9. Bastoncillos de papel
Los riesgos de los bastoncillos de algodón para el océano resultan de sobra conocidos. Según un estudio publicado en The Ecologist, estos objetos acaban en el estómago de las tortugas marinas, de aves marinas como las gaviotas e, incluso, de algunas especies de pescado.
Puesto que están a punto de desaparecer del supermercado, puedes ir explorando sustitutos más amables. Los hay fabricados completamente de papel biodegradable y con algodón ecológico cultivado sin pesticidas artificiales.
10. Botellas y vasos de café reutilizables
Las botellas y copas de bebida de un solo uso también tienen sustitutos más favorables con el entorno. Ha llegado el momento de darle una oportunidad a las botellas de cristal y tazas de viaje creadas con acero inoxidable. Por fin un picnic que se integra con el paisaje.
Artículo publicado Por EVA SAN MARTÍN