Apuntar el precio de los productos durante el mes que precede el día de los descuentos es solo uno de los consejos que los expertos dan para salir airosos de este evento comercial
Pistoletazo de salida de las compras navideñas, el Black Friday, evento comercial importado de Estados Unidos y que conlleva promociones y descuentos puntuales, se consolida en España. Este año, sin embargo, todas las previsiones apuntan a una desaceleración. El próximo 23 de noviembre tienen la intención de participar en él tres de cada cinco españoles, lo que supone un crecimiento del 5% respecto a la edición del año pasado. En 2018, sin embargo, se sumará un 13% de nuevos consumidores, nueve puntos menos que en 2017, según el barómetro de American Express. En la misma línea, de un estudio del comparador bancario iAhorro se desprende que el 54,5% de los españoles comprará algo durante el Black Friday, dos puntos y medio menos que el año pasado.
Si para American Express los españoles se gastarán de media 89 euros (un 9% más que en 2017), el Black Friday conllevará un desembolso de entre 50 y 150 euros por parte de la mitad de aquellos que piensan comprar ese día, según el informe de iAhorro. Moda y complementos son los productos que se llevarán la mayoría de la inversión en el llamado Viernes Negro, al copar el 70%. A pesar de estar muy cerca el Cyber Monday (el lunes día 26, dedicado a los descuentos en productos digitales), la informática será la segunda categoría en orden de volumen de dinero gastado (46%). Le seguirán, aunque de lejos, los libros (14%), los videojuegos (12%), y los viajes (11%), entre otros.
Pero, ¿cómo puede evitar el consumidor que el Black Friday se le vaya de las manos? Estos son los consejos que es mejor seguir para aprovechar de las verdaderas gangas y no dejarse llevar por la compra impulsiva y compulsiva.
No todo es oro lo que brilla
Los productos más buscados online no siempre son los que conllevan el mayor descuento. Entre ellos destacan los televisores, categoría en la que se observará una rebaja media del 6,6%. En segundo lugar están lo smartphones, con un descuento medio del 6,4%, y en el tercero, las aspiradoras, con el 7,6%. Por el contrario, las mayores ofertas se observarán en videojuegos para la PS4 (hasta el 46,3%), los juegos de mesa (43,1%) y los auriculares (29,6%), según datos del comparador de precios Idealo.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), sin embargo, advierte que “no es descuento todo lo que se anuncia como tal”. En palabras de su portavoz, Ileana Izverniceanu, “en 2016, apenas un 13% de los productos bajaron su precio y se detectó incluso una subida del 2% en la media de productos”.
El año pasado, la conclusión de la organización fue que para ahorrar no es necesario esperar el Black Friday. La Ley de regulación del comercio minorista establece que, junto con la reducción de precio, se debe indicar el precio anterior, y define este como “el menor que hubiese sido aplicado sobre productos idénticos en los 30 días precedentes”. No obstante, “respecto al precio que tenían el mes anterior, casi la mitad de los productos que estudiamos en la edición del Black Friday de 2017 no habían variado, un 41% tenía un precio superior a ese mínimo del período y solo un 11% cumplía los requisitos para poder indicar un precio inferior”, señala Izverniceanu.
Que la inercia no pueda contigo
Una situación de la que parecen estar conscientes aquellos que, para el estudio de iAhorro, expresaron la intención de no comprar en el Black Friday, ya que la razón principal, esgrimida por el 38,3% de ellos, es la duda sobre la autenticidad de las ofertas. Para todos los demás, la recomendación de la OCU es “no dejarse llevar por la inercia”, dice Izverniceanu. Un consejo que podría revelarse útil para cerca de la mitad de los consumidores en esta jornada, ya que el 43% de ellos afirma que aquel día se dejará guiar sobre todo por el impulso a la compra.
Para evitarlo, antes de todo “conviene que tengas claro lo que necesitas y lo que puedes pagar por ello”, aconseja Izverniceanu. En segundo lugar, no olvidar que “comparar es ahorrar”. “Por un lado, puedes encontrar el mismo producto a precios muy diferentes; por el otro, a menudo existe un producto mejor que te puede salir más barato, o con una mejor relación entre calidad y precio”, sugiere la portavoz.
Empieza a observar el precio de lo que te gustaría comprar con un mes de antelación. De esta forma, ya que junto a la rebaja debe siempre figurar el precio original o el porcentaje del descuento, podrás comprobar en primera persona si la evolución del precio es realmente ventajosa.
En las rebajas, mismos derechos
Y poco importa que sea un día de descuentos, “las garantías son las mismas de siempre”, sostiene Izverniceanu. En las tiendas físicas, la devolución del dinero está admitida solo si el producto tiene algún defecto de fábrica. Si el cliente se arrepiente o se equivoca, en teoría no habrá nada que hacer, aunque muchas tiendas suelen entregar un vale por el mismo importe, a gastar en el mismo establecimiento.
En todo caso, está prohibido vender como rebajados productos defectuosos, por lo que la calidad tiene que ser la de siempre. Eso sí, durante el período de descuentos, el comercio puede aplicar unas condiciones especiales, como, por ejemplo, no aceptar el pago con tarjeta o cambiar su política de devoluciones. No obstante, estará obligado a anunciarlo clara y visiblemente, para que los clientes lo vean.
En última instancia, el tique o la factura serán las herramientas fundamentales para reclamar, por lo que la OCU aconseja encarecidamente conservarlas. En el caso del Black Friday como en cualquier otro momento, el establecimiento deberá entregar al cliente una hoja de reclamaciones, si así se le solicita. “Debes rellenarla en tres copias: una para ti, otra para ellos y una tercera que presentarás en la Oficina de Consumo”, añade Izverniceanu.
Cuidado con las transferencias bancarias
Pero no todos disfrutarán del Black Friday en establecimientos clásicos. Un tercio de los que participarán en esta edición comprará exclusivamente online, otra tercera parte lo hará solo en tiendas físicas, y el tercio restante utilizará ambas opciones, según el estudio de iAhorro. Unos datos en línea con las estadísticas de Empathy Broker. Según señalan desde este proveedor de tecnología para el e-commerce, las búsquedas en la red durante el pasado Viernes Negro, comparadas con la edición anterior, subieron un 20% (un 48% de crecimiento en electrónica, un 42%, en productos del hogar, y un 31%, en juguetes, entre otros). La motivación que más citan los adeptos de los comercios virtuales encuestados por iAhorro es la convicción de poder encontrar mejores descuentos en la red (40%), mientras que las tiendas offline son preferidas por la oportunidad que brindan de probar el producto (66%).
En las compras por internet el consumidor tiene 14 días para arrepentirse y devolver lo adquirido sin tener que dar explicaciones. “Tendrán que reembolsarle todo lo que pagó”, explica Izverniceanu. Si el comercio cobra online, como es de esperar, lo mejor será utilizar una tarjeta de prepago, una tarjeta de crédito o Paypal. En todo caso, el consejo de la OCU es evitar transferencias bancarias, si la tienda no inspira confianza.
De hecho, si la mitad de los compradores pagará sus compras del Black Friday con sus ingresos mensuales y un 17% recurrirá a sus ahorros, más de un tercio de los encuestados por el comparador bancario admite que financiará sus adquisiciones a través de la tarjeta de crédito (25%) o de formas de pago especiales del establecimiento (9%).
¿Fraccionar los pagos? ¿Aplazarlos?
En el caso de que los consumidores utilicen una tarjeta, desde la empresa de gestión de crédito Intrum recomiendan fijar un límite diario (o semanal) para controlar los gastos. Y recordar que las tarjetas de crédito suelen ofrecer dos modalidades de pago: a final de mes (forma que, según iAhorro, prefiere el 40%) o aplazado. Pero, “si con la primera de ellas se paga lo que se ha consumido en el mes, con la segunda habrá que añadir los intereses”, advierten desde Intrum.
¿Conviene fraccionar los pagos? Desde Intrum se decantan por la afirmativa, cuando el riesgo es rebosar el límite de la tarjeta por falta de capacidad de pago. “En algunas ocasiones el fraccionamiento es conveniente para que en ningún momento la cuenta quede en descubierto, lo que acarrearía unos intereses mayores”, argumentan desde la empresa. Solo el 15% de los españoles fracciona las compras a lo largo de varios meses, según iAhorro.
Gangas en viajes
Después de moda, informática, libros y videojuegos, los viajes son el producto en el que los consumidores más invertirán su dinero en la edición de este año del Black Friday. Esta es la intención del 11,3% de aquellos encuestados por el comparador bancario iAhorro quienes afirman participar en esta jornada de descuentos. “Los viajes cada vez atraen más compradores porque las agencias se están sumando con promociones especiales”, explican desde la empresa.
Skyscanner, buscador de vuelos, hoteles y coches alquilados, más allá de los destinos más populares (Londres, París, Roma, Ámsterdam y Bruselas), aconseja echar un vistazo a Toulouse, Verona, Nottingham y Luxemburgo. “Serán chollos aquel día”, dicen fuentes de la firma. Los billetes que bajan más su precio si se compran en el Black Friday, según los datos de Skyscanner de la pasada edición, son Atenas (un 25% menos), Fráncfort (23%), Berlín (21%), Edimburgo (19%) e Ibiza (17%). De una encuesta del buscador se desprende que cuatro de cada 10 usuarios tiene la intención de comprar billetes para viajar algún fin de semana, el 24% para Navidades, y el 6% para las próximas vacaciones.
Artículo publicado en: El País.com