Ya has sacado los abanicos y dado uso; has puesto plantas verdes, siguiendo los consejos que te dábamos de cómo refrescar tu casa sin tirar del aire acondicionado; tomado helados y bebidas frescas.. pero sigues teniendo calor y ya no hay vuelta atrás, hay que encender el aire acondicionado.

Pero dentro del abanico existente de aires los hay que son más eficientes que otros, o dicho de otra forma, ahorran energía y eso se traduce en la factura. ¿Cuáles son? Sigue leyendo…

Los que más ahorran son los aparatos splits, estos que ofrecen frío en verano y calor en invierno. Además, apenas precisan de obras, otra gran ventaja. Estos aparatos tienen una unidad exterior y una o varias en el interior, lógicamente como cualquier otro sistema, cuantas más unidades, más caro. Los aparatos más nuevos suelen incorporar el sistema invertir que ahorra energía.

Los portátiles, los más económicos

Hay determinados parámetros que influyen en el precio (el precio para instalar un aire acondicionado varía mucho, un aparato portátil rondará los 200 euros mientras que un sistema por conductos asciende a 3000 euros y más): por ejemplo, el número de frigorías, la calificación energética, el nivel de ruido (aspecto muy importante que a menudo no valoramos).. al precio del aparato en sí tienes que sumar el de la instalación.

Entre los aparatos más económicos están los portátiles: solo requiere de enchufarse a la red y basta añadir una salida del tubo extractor a través de una ventana y ya lo tendrás todo en perfecto funcionamiento. Si llevan modo calor, suben algo más de precio.

El abanico de aparatos es muy amplio, ya lo hemos dicho: los hay que tienen filtros antibacterias, por ejemplo, que mejoran la calidad del aire. Vienen fenomenal si hay alérgicos en casa. Hay otros con sistema autolimpieza, otros con sistema deshumidificador. Aparte, tendrás que tener un termostato: los hay denominados inteligentes que, unidos a una app en el móvil, te permiten controlar tu aparato en remoto. No son especialmente caros (alrededor de 60 euros).

En todo caso, elijas el que elijas, ten en cuenta lo siguiente para alargar la vida de tu aparato:

  • Cuando fijes la temperatura del termostato, ten en cuenta que una diferencia superior a 12 grados con respecto al exterior no es saludable: cada grado que bajes el aire implica un aumento de gasto energético, tenlo en cuenta.
  • No ajustes el termostato a una temperatura más baja de lo normal: no conseguirás enfriar la casa más rápidamente, sino que además, derrochas energía.
  • Protege el equipo del sol: colócalo de tal forma que le dé el sol lo menos posible y procura que haya una buena circulación del aire a su alrededor.

 

Fuente: Lucia Martin (Colaborador de idealista news)

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