En España existe una amplia variedad de pensiones como fruto de distintas situaciones, diseñadas todas ellas para garantizar unos ingresos mínimos cuando se cumplan los requisitos necesarios. Algunos ejemplos son la pensión por jubilación o por viudedad y, en esencia, podemos dividirlas todas en dos grupos muy claros: pensión contributiva y no contributiva.
Si no tienes clara cuál es la diferencia entre ellas o cuál es la naturaleza de la prestación que ya percibes o que vas a solicitar, te contamos todos los detalles.
¿Qué es la pensión contributiva?
Las pensiones contributivas son prestaciones económicas, normalmente de duración indefinida, que concede la Seguridad Social si previamente se ha producido un periodo mínimo de cotización y si, además, se cumplen ciertos requisitos relativos a la naturaleza de la prestación concreta de que se trate.
Por tanto, este tipo de pensiones están supeditadas a una previa relación jurídica con la Seguridad Social.
La cuantía de las pensiones contributivas se determina en función de las aportaciones efectuadas por el trabajador y el empresario, si se trata de trabajadores por cuenta ajena, durante el periodo considerado a efectos de la base reguladora de la pensión de que se trate.
¿Qué es una pensión no contributiva?
Las pensiones no contributivas, por su parte, son prestaciones económicas que se reconocen a aquellos ciudadanos que, encontrándose en situación de necesidad protegible, no disponen de recursos suficientes para su subsistencia en los términos legalmente establecidos, aun cuando no hayan cotizado nunca o el tiempo suficiente para alcanzar las prestaciones del nivel contributivo.
Su gestión está atribuida a los órganos competentes de cada comunidad autónoma, así como a las Direcciones provinciales del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) en las ciudades de Ceuta y Melilla.
Diferencia entre pensión contributiva y no contributiva
La principal diferencia entre las pensiones contributivas y no contributivas se encuentra precisamente en el hecho de que, en el primer caso, la persona con derecho a disfrutarla ha cotizado a la Seguridad Social cumpliendo con los requisitos necesarios para acceder a ella.
Sin embargo, en el caso de las pensiones no contributivas, el ciudadano no ha cotizado, o bien no lo ha hecho en la cuantía suficiente como para acceder a una prestación contributiva. Además, las pensiones no contributivas suelen ser bastante reducidas y sirven para cubrir los gastos mínimos de las personas con derecho a percibirlas. En el caso de las pensiones contributivas, su importe suele ir relacionado directamente con las aportaciones realizadas al régimen de la Seguridad Social del que se trate.
Tipos de pensiones contributivas
Estos son los tipos de pensiones contributivas que existen en nuestro país y que se encuentran dentro de la acción protectora del Régimen General y de los Regímenes Especiales de la Seguridad Social:
- Pensión por jubilación: Puede dividirse, a su vez, en jubilación ordinaria; jubilación anticipada por tener la condición de mutualista; jubilación anticipada sin tener la condición de mutualista; jubilación anticipada derivada del cese no voluntario en el trabajo; jubilación anticipada por voluntad del trabajador; jubilación anticipada por reducción de la edad mínima debido a la realización de actividades penosas, tóxicas e insalubres; jubilación anticipada de trabajadores con discapacidad; jubilación parcial; jubilación flexible y jubilación especial a los 64 años.
- Pensión por incapacidad permanente: Puede ser fruto de una incapacidad permanente total, absoluta o gran invalidez.
- Pensión por fallecimiento: Dentro de este paraguas encontramos las pensiones de viudedad, orfandad y en favor de familiares.
Tipos de pensiones no contributivas
Dentro de la modalidad de pensiones no contributivas encontramos, en esencia, las pensiones de invalidez y de jubilación. En ambos casos existen unos mínimos a los que se tiene derecho, incluso a pesar de no haber cotizado en absoluto o de no haber llegado a los límites a la baja que marca la normativa aplicable.
La cuantía anual de las pensiones no contributivas se establece cada año en la Ley de Presupuestos Generales del Estado. Actualmente es de 7.250,60 euros para 2024, tanto en el caso de las pensiones de jubilación como en el de las de invalidez.
La cuantía individual para cada pensionista se determina a partir de ese importe íntegro y del número de beneficiarios de pensión no contributiva integrados en la misma unidad económica de convivencia.
Requisitos para solicitar la pensión contributiva
Para jubilarse en España y poder cobrar una pensión pública contributiva, se deben de cumplir cuatro requisitos:
- Estar afiliado en la Seguridad Social: Es necesario estar afiliado a la Seguridad Social en alguno de los regímenes contemplados, como el régimen general, el especial del mar y la minería o el de trabajadores autónomos. Los beneficiarios son las personas incluidas en el “Régimen General”, afiliadas y de alta o en situación asimilada a la de alta. Incluso los trabajadores afiliados que no estén de alta en la fecha del hecho causante pueden ser beneficiarios si cumplen con los requisitos de edad y cotización.
- Haber cumplido la edad mínima de jubilación: La edad mínima para jubilarse será de 67 años en 2027. Hasta la fecha, hay un régimen transitorio que comenzó el 1 de enero de 2013, que incrementa la edad de jubilación gradualmente, un mes por año desde 2013 hasta 2018 y dos meses por año desde 2018 hasta 2027. Sin embargo, los trabajadores que hayan cotizado un mínimo de años pueden jubilarse a los 65 años.
- Tener al menos 15 años cotizados: Para poder solicitar y acceder a la pensión contributiva, es necesario haber cotizado al menos 15 años (5.475 días). De estos 15 años, al menos dos deben estar comprendidos dentro de los 15 años anteriores al momento de generarse el derecho a la pensión o al cese de la obligación de cotizar. Si no se cumplen estos requisitos, no se tiene derecho a la pensión contributiva, aunque puede ser posible acceder a una pensión de carácter asistencial en determinados casos.
- Hecho causante de jubilación: La jubilación debe estar motivada por lo que la ley denomina “el hecho causante”. Este puede ser:
- El día del cese en la actividad laboral, cuando el trabajador está de alta en la Seguridad Social
- El día de presentación de la solicitud en situaciones asimiladas a la de alta, excepto en caso de excedencia forzosa (día del cese en el cargo) o traslado fuera del territorio nacional (día del cese en el trabajo por cuenta ajena)
- El día de presentación de la solicitud en situaciones de no alta
¿Quién tiene derecho a percibir una pensión no contributiva?
Las personas que no han cotizado nunca a la Seguridad Social o las que no llegan a los mínimos exigibles para percibir una pensión contributiva pueden tener derecho a una pensión no contributiva, siempre que se cumplan ciertos requisitos.
Si te gustaría percibir una pensión no contributiva de invalidez o de jubilación, debes cumplir con estos requisitos generales:
- Carecer de ingresos o tener ingresos inferiores a 7.250,60 euros anuales en cómputo anual, para 2024
- Si convives con familiares, la suma de las rentas o ingresos anuales de todos los miembros de tu unidad económica de convivencia debe ser inferior a determinadas cuantías
Requisitos de la pensión no contributiva de jubilación
Para acceder a una pensión no contributiva de jubilación es necesario cumplir con los requisitos anteriores y, además:
- Tener 65 años o más en la fecha de la solicitud
- Haber residido legalmente en territorio español durante 10 años, entre los 16 años y la fecha de devengo de la pensión, de los cuales dos años tienen que ser consecutivos y anteriores a la solicitud de la pensión
Si cumples con estos requisitos podrás acceder a una prestación económica, asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios.
Requisitos de la pensión no contributiva de invalidez
En el caso de la pensión no contributiva de invalidez, deberás cumplir con los requisitos genéricos de las pensiones no contributivas en cuanto a límite de ingresos y, además:
- Ser mayor de 18 años y menor de 65 en la fecha de la solicitud
- Haber residido legalmente en territorio español durante cinco años, los dos últimos seguidos justo antes de la fecha de la solicitud
- Tener una discapacidad o enfermedad crónica en un grado igual o superior al 65%
¿Cómo puedo saber si mi pensión es contributiva o no?
Si no tienes claro si tu pensión es contributiva o no, lo más sencillo es consultar a la Seguridad Social para conocer cuál es su naturaleza. En el momento de solicitarla es probable que la propia Seguridad Social te informe acerca de a qué tipo de prestación tienes derecho.
Por ejemplo, en caso de jubilación, si no cumples los requisitos mínimos en cuanto al periodo de cotización o cuantía, tan solo podrás aspirar a una pensión de jubilación no contributiva.
Fuente:
Lucía Sicre (Colaborador de idealista news) , Eduardo G. Martínez (Colaborador de idealista news)