No es ninguna novedad que la luz influye en nuestro cuerpo y en nuestro estado de ánimo. Es así como somos capaces de entender los ciclos y ritmos circadianos, que son los que regulan nuestros hábitos de actividad y descanso mediante la presencia de luz o la ausencia de ella, respectivamente.

De igual manera, podemos destacar que hay algunos colores y tonalidades que nos generarán unas u otras sensaciones. Los equipos de marketing son conscientes de estos conceptos a la hora de hacer campañas, utilizando colores vivos y cálidos para llamar la atención de potenciales clientes o poniendo colores más fríos para generar confianza o calma.

 

¿Cómo actúan las tonalidades frías en la coloterapia en casa?

Los colores fríos como los azules, morados, turquesas y algunas tonalidades de verdes tienen la capacidad de transmitir serenidad y calma, así como una sensación generalizada de frío y frescura. Es por eso que, en general, las casas situadas cerca de la playa suelen utilizar el azul marino como color de cohesión para todo el inmueble.

Estas tonalidades suelen funcionar muy bien en habitaciones y cuartos de baño, donde queremos transmitir sensación de frescura y tranquilidad y asociar los espacios con el elemento del agua.

Los colores fríos ayudan fisiológicamente a generar un ambiente de relajación y tranquilidad: se ha demostrado que ayudan a calmar el ritmo respiratorio, relajar los músculos, disminuir la presión sanguínea y la temperatura corporal.

¿Cómo actúan las tonalidades cálidas en la coloterapia en casa?

Los colores cálidos suelen ser tonos dinámicos, alegres y energizantes; inyectan vitalidad y energía en los espacios con los cuales se decoran y se pueden utilizar en todo tipo de estancias: cocina, comedor, baño, dormitorio y sala de estar. La clave, para no saturar las habitaciones, va a ser el modo en el que incorporemos las diferentes tonalidades.

El naranja es uno de los colores que más energía y vitalidad transmite y aunque puede parecer muy difícil de combinar, queda muy bien con colores verdes, grises y tierras. Utilizarlo tanto a la hora de pintar las paredes de una habitación o toda la casa como en muebles puede generar un toque sutil de potencia y dinamismo a tu espacio.

Por otro lado, el amarillo es un color que representa optimismo y alegría, actuando como purificante y antidepresivo. Aunque ojo, no es válido para los cobardes, las tonalidades de amarillos son solo para valientes que se atreven a romper con la seguridad de los colores neutrales.

El rojo puede parecer agresivo para la decoración de cualquier espacio de la casa, pero es capaz de darle mucha vitalidad a los espacios, y sirve de gran ayuda en oficinas o lugares de trabajo en general. En pequeñas dosis, puede ser un gran color complementario para destacar elementos y zonas dentro de un espacio, rompiendo la monotonía.

 

Fuente: Aquí tu Reforma, Fotocasa

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