Ahora que estamos en los meses más fríos y húmedos, la humedad puede llamar a nuestras puertas y entrar en nuestras casas y, en el peor de los casos, afectar a nuestra salud. La humedad provoca la aparición de moho, creando un entorno favorable para que el aire se modifique y se sature de vapor de agua. Esta modificación del aire no es nada recomendable, y es importante saber cómo proceder y qué son realmente las manchas que aparecen en paredes, ropa o libros.

 

¿Qué es el moho?

El moho es un tipo de hongo que se desarrolla en ambientes húmedos con poca circulación de aire. Hay distintos tipos de moho, y pueden aparecer en diversas superficies y zonas de la casa.

El moho se desarrolla a partir de esporas, pequeñas partículas que se transportan por el aire. Cuando estas partículas encuentran condiciones favorables -como el ambiente húmedo y oscuro del cuarto de baño, con materiales orgánicos, por ejemplo- pueden germinar y crecer, haciendo que el aire se sature de vapor de agua (con humedad), formando así colonias del moho que no queremos tener cerca.

 

La humedad se refiere a la cantidad de vapor de agua presente en el aire o en un material concreto. Cuando hablamos de humedad en relación con la aparición de moho, generalmente nos referimos a la humedad relativa del aire, que es la cantidad de vapor de agua presente en el aire en relación con la cantidad máxima que el aire puede contener a una temperatura específica.

¿Dónde acecha el moho?

El moho puede aparecer en varios lugares de la casa, y especialmente en zonas donde tiende a aparecer la humedad:

  • Baño - como nos duchamos todos los días, la humedad en esta zona de la casa es constante, por lo que el moho crece con facilidad en los azulejos de la ducha, en las cortinas o en el techo.
  • Cocina - es habitual que aparezca moho en la zona del lavavajillas, en el frigorífico o en el interior de armarios que se utilizan poco. 
  • Ventanas y puertas - si hay goteras o condensación alrededor de ventanas y puertas, puede aparecer moho en estas zonas.
  • Áticos - estas zonas son las favoritas para el crecimiento de la humedad y el moho, especialmente si hay fugas o problemas de impermeabilización.
  • Paredes exteriores - en el desafortunado caso de que el agua se filtre a través de las paredes exteriores de la casa, esto puede crear fácilmente condiciones favorables para el crecimiento del moho, incluida su expansión.

 

  • Aire acondicionado y calefactores - sienta muy bien tener la casa fresca en verano y caliente en invierno, pero los sistemas de aire acondicionado y los calefactores son un regalo para la aparición de humedad y moho si no se mantienen y limpian adecuadamente.
  • Alimentos - los alimentos que no necesitan estar en la nevera y que guardas en los armarios de la cocina o en la despensa deben estar perfectamente aislados y libres de humedad. De lo contrario, se formará moho.
  • Ropa, calzado y tejidos - presta mucha atención a la ropa que has puesto a secar y no la guardes hasta que esté completamente seca. Si el lugar donde guardas la ropa es oscuro y húmedo, puede aparecer moho en los tejidos.
  • Papel y libros: los lugares oscuros y húmedos también pueden favorecer la aparición de moho en el papel y los libros.

Para evitar la aparición de moho, es muy importante mantener las habitaciones secas, ventiladas y limpias. También puede utilizar deshumidificadores como medida preventiva y para obtener la mejor calidad de aire posible en su hogar.

 

¿Cómo prevenir el moho?

Para evitar la aparición de moho, es esencial controlar los niveles de humedad de la vivienda. Esto puede conseguirse mediante una serie de medidas:

  1. Uso de deshumidificadores: en lugares con un alto nivel de humedad, el uso de deshumidificadores puede ayudar a reducir los niveles de humedad en el aire y evitar la aparición de moho.
  2. Ventilación adecuada: con una buena ventilación en el hogar, el aire no se bloquea y fluye libremente, lo que reduce la posibilidad de humedad, creando así un ambiente más saludable.
  3. Control de fugas: es importante reparar y encontrar una solución rápida a cualquier fuga de agua en tejados, paredes, tuberías u otras zonas propensas a las filtraciones.
  4. Secado rápido: si aparecen inundaciones o goteras, es crucial secar muy bien todas las zonas afectadas, lo antes posible, para evitar la aparición de moho.

 

Manteniendo bajo control los niveles de humedad en casa, puedes reducir significativamente el riesgo de crecimiento de moho en el interior y garantizar que el aire de tu hogar permanezca limpio, ligero y puro.

¿Qué problemas de salud puede causar el moho?

El moho puede convertirse en la causa de diversos problemas de salud, y lo más peligroso es que influye negativamente en nosotros de forma silenciosa a través de la humedad. A menudo ni siquiera lo notamos, no nos damos cuenta de que es el moho el que está afectando a nuestra salud, y antes de que nos demos cuenta, puede ser difícil sortear las consecuencias negativas.

Los efectos del moho sobre la salud pueden variar en función de la cantidad de exposición, el tipo de moho presente y la sensibilidad de cada individuo. Algunos de los problemas de salud asociados a la exposición al moho son:

  • Reacciones alérgicas - El moho produce ciertas sustancias llamadas alérgenos, que pueden desencadenar reacciones alérgicas en las personas más susceptibles. Esto puede incluir síntomas como estornudos, tos, picor de ojos e irritación de garganta.
  • Problemas respiratorios - La exposición prolongada al moho puede agravar problemas respiratorios ya existentes e intensificar afecciones como el asma o la bronquitis. Pueden darse situaciones más graves en las que se desencadenen dificultades respiratorias.
  • Irritación cutánea - El contacto directo con el moho o las sustancias que produce puede provocar ciertas irritaciones cutáneas, erupciones, picores o enrojecimiento en determinadas zonas del cuerpo.
  • Infecciones - Algunas variedades de moho pueden producir sustancias tóxicas, las micotoxinas. La exposición a las micotoxinas puede provocar problemas de salud más graves, como infecciones respiratorias, irritación ocular y, en casos más raros, problemas neurológicos.
  • Síntomas sistémicos: también es posible que aparezcan síntomas como fatiga, dolores de cabeza, dolores musculares u otras molestias generales como consecuencia de la exposición al moho.

 

Tipos de moho

Hay muchos tipos diferentes de moho que pertenecen a varias familias de hongos. Cada tipo de moho tiene características distintas, ciertas preferencias ambientales y un impacto potencial sobre nuestra salud. Estos son algunos tipos de moho:

  • Penicillium. Algunas especies de este tipo de moho se utilizan en la producción de antibióticos, pero otras pueden encontrarse en interiores y pueden causar problemas de salud, especialmente en personas alérgicas.
  • Alternaria: este tipo de moho suele desarrollarse en zonas húmedas y alimentos en mal estado y puede provocar reacciones alérgicas en algunas personas.

 

  • Cladosporium: este tipo de moho es más fácil de encontrar en interiores y exteriores y puede crecer en diversas superficies, como madera, tejidos y alimentos.
  • Rhizopus: este tipo de moho suele encontrarse en alimentos en descomposición, como frutas y verduras.
  • Aspergillus: es un tipo de hongo que incluye varias especies, algunos tipos de las cuales pueden producir micotoxinas y causar problemas respiratorios en las personas más sensibles.
  • Stachybotrys chartarum: se le conoce como "moho negro" y su influencia nociva para la salud es bien conocida porque puede producir micotoxinas.

Existen muchos otros tipos de moho y su identificación suele requerir análisis de laboratorio especializados, por lo que si considera necesario identificar el tipo de moho que tiene en su hogar, debe solicitar el asesoramiento de profesionales cualificados para que realicen una evaluación y, en caso necesario, procedan a la eliminación adecuada del moho.

 

Fuente: Idealista News

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