Se dice que «el trabajo dignifica a las personas». Entre otras cosas, porque las hace sentir capaces, necesarias y útiles para la sociedad, y mejora su autoestima. El autor de la frase, el filósofo y economista alemán Karl Marx, la pronunció hace casi 150 años. Hoy en día, esta afirmación mantiene todo su sentido, aunque muchas cosas han cambiado desde entonces. El avance de los derechos sociales y laborales ha sido imparable, y se plantean nuevos escenarios que hasta hace poco tiempo parecían impensables. Es lo que sucede, por ejemplo, con la semana laboral de cuatro días. ¿Es posible trabajar de lunes a jueves, mantener el 100 % del sueldo e incluso aumentar el nivel de productividad? Las siguientes ayudas pueden impulsar esta fórmula.

Programa piloto para la semana laboral de cuatro días

El Gobierno incentivará la semana laboral de cuatro días en España. Para ello, pondrá en marcha una experiencia piloto dotada con 10 millones de euros en la que participarán 60 o 70 pequeñas y medianas empresas privadas del sector industrial con al menos tres años de antigüedad y al corriente de pagos con el fisco. Con esta iniciativa pionera, se busca favorecer la productividad, la salud mental y la conciliación de los trabajadores.

La idea del Ministerio de Industria y Comercio es dotar con hasta 150.000 euros a estas pymes, con la condición de que implanten una reducción mínima del 10 % de la jornada laboral y mantengan este plan durante, al menos, dos años, sin reducir el salario de sus empleados. El dinero servirá para financiar parcialmente los costes salariales que asuma la empresa durante el primer año y el coste de las medidas organizativas para implementar el piloto de mejora de la productividad, así como los costes de auditoría de justificación del proyecto.

Según consta en la orden ministerial publicada en el BOE, el número de trabajadores participantes en el proyecto piloto deberá afectar como mínimo al 30 % de la plantilla en empresas de hasta 20 empleados y al menos al 25 % en las pymes con entre 21 y 249 trabajadores. Solo de podrá aplicar a personas empleadas con contrato indefinido a tiempo completo. Eso sí, deberá garantizarse que el número de mujeres participantes en el proyecto responda al porcentaje de distribución de género existente en la totalidad de la plantilla.

La convocatoria de esas ayudas, prevista para principios del año que viene, y la gestión se realizarán desde la Fundación Escuela de Organización Industrial (EOI).

Semanas laborales de 32 horas en lugar de 40

Fue en junio cuando el Ejecutivo envió a consulta pública el proyecto para regular y estudiar la semana laboral de 32 horas (en lugar de las 40 actuales). En ese documento, se dejaba claro que las empresas deben mejorar la productividad para compensar los mayores costes salariales y que ,para conseguirlo, es necesario que incorporen medidas organizativas, procesos productivos y de formación y fijen indicadores que midan la evolución de la productividad. De ahí que se aporten a las empresas ayudas directas temporales, con la idea de que asuman y superen el reto.

La idea, de entrada, seduce a los ciudadanos. Una encuesta publicada hace pocos meses por el portal de empleo InfoJobs revela que seis de cada diez trabajadores españoles, sobre todo entre los 35 y los 44 años, ven con buenos ojos trabajar menos horas, siempre que mantengan el sueldo y la productividad. Y ocho de cada diez encuestados admiten que una jornada laboral de cuatro días favorecería su conciliación familiar. 

Los sindicatos ven la propuesta con buenos ojos. Los empresarios, en cambio, creen que es una ocurrencia con poco recorrido.

Los expertos coinciden en que la fórmula es inviable en algunos sectores, como la hostelería o las compañías que ofrecen servicios a clientes, ya que para llevarla a cabo necesitarían establecer turnos, lo que complicaría su aplicación.

Pruebas en marcha de las 32 horas semanales en España

En cualquier caso, el tiempo y los resultados de los planes que han comenzado a aplicarse en países como España determinarán si es posible que, dentro de poco tiempo, el sueño de trabajar cuatro días a la semana se convierta en una realidad.

Y es que ya existen administraciones que se han adelantado al programa piloto anunciado por el Gobierno y apuestan por esta solución.

  • En la Comunidad Valenciana, el Ejecutivo regional ofrecerá durante tres años subvenciones a las compañías que reduzcan la jornada laboral a 32 horas semanales para paliar la pérdida de ingresos.
  • El próximo mes de abril, además, el Ayuntamiento de València ensayará esta fórmula laboral durante un mes y medio. Pasado este tiempo, analizará la idoneidad (o no) de aplicarla.

También algunas empresas españolas han adoptado este modelo de cuatro días laborales. En algunos casos ha funcionado. En otros, por el contrario, no ha acabado de cuajar.

Más proyectos alrededor del mundo

Lo que es incontestable es que en los países donde se han implantado iniciativas similares, el éxito ha sido generalizado.

  • Reino Unido. El pasado mes de junio, el Gobierno británico puso en marcha con 70 organizaciones un proyecto similar. Los resultados provisionales demuestran que el modelo convence a los trabajadores, que enumeran algunos de sus beneficios: no solo mejora la productividad, también se reducen emisiones y gastos de transporte, y se acorta la desigualdad de género.
  • Otros países que han comenzado a probar estos proyectos —financiados en este caso por las propias empresas y no con dinero público— son Irlanda, EE. UU., Canadá, Australia, Islandia y Nueva Zelanda.

Pero no siempre ha funcionado. En Suecia, se hizo un experimento en residencias de mayores: sus empleados pasaron a trabajar seis horas y mejoraron su productividad y el absentismo laboral… pero fue necesario contratar a más personal, por lo que los costos laborales se multiplicaron.

 

Por Ramiro Varea Latorre

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