A veces, por la calle, se encuentran verdaderas joyas: es sabido que lo que para uno puede ser basura para otro puede representar un tesoro y si hablamos de esas casas que pasan a reformarse o de un cambio de muebles, no es de extrañar encontrarse vidrieras, aparadores de madera noble, baldosas hidráulicas.. esperando en el asfalto a que llegue un nuevo dueño.

¿Te suena esto, verdad? Es cierto que cada vez hay más gusto y conocimiento en estas lides y es más raro encontrar joyas en las calles, pero sucede… Tenemos claro el valor que pueden tener algunos elementos utilizados en la construcción en un pasado más lejano y sin embargo, quizás no demos valor a los que ahora hay en nuestras casas construidas en los años 70 y 80. Que son además unos de los más complicados de reformar, según afirma la arquitecta Laura Ortín, por dos razones: “Su distribución y porque además tienen materiales que han sido poco valorados con el paso del tiempo”.

Pasemos entonces a estudiar al dedillo tu casa para contarte qué podría tener valor en el futuro y tú no deberías tirar en la próxima reforma.

 

El maldito gotelé

A una casa española la reconocerás por, probablemente, no tener balcón ni terraza (o tenerlo incorporado al salón) y por supuesto, por el gotelé, la tendencia más común que visten los muros de nuestro hogar (en este artículo te explicábamos el por qué de esta técnica). La mayoría aborrecemos el gotelé y soñamos con paredes lisas pero curiosamente, Ortín es una firme defensora: “El problema no está en el gotelé, sino en los espacios, que a menudo, en las casas de los 70 y los 80, estaba muy compartimentado: habitaciones pequeñas, pasillos largos y oscuros. Hay gente que me pide hacer una reforma y quita el gotelé pero sigue dejando los mismos espacios… El gotelé puede quedar estupendamente en una casa con más luz, habitaciones más amplias. Imagina una pared curva o techo alto con esa textura. Una opción nueva es por ejemplo utilizar yeso proyectado, en el techo mientras está fresco quedará una textura que regula la temperatura y es fonoabsorbente, una solución ganadora ”.

El ladrillo visto

¿Quieres cubrir esa pared de ladrillo visto con papel que lo imite o peor aún, tirarla? Ni se te ocurra: Ortín explica que es importante mantener la esencia de la casa pero además, resulta de lo más fresco en verano al ser un material poroso, transpirable. Se conseguirá así un ambiente más saludable.

Suelos de terrazo, mármol o granito

¿Quién no ha tenido suelos de terrazo? En la casa de la playa, en la de la abuela, de hecho, son muchos los restaurantes que a día de hoy siguen manteniendo estos suelos… Hablamos de un aglomerado de piedra natural que puede tener mil combinaciones. ¿Te planteas quitarlo porque vas a reformar? Ojo, podrías estar cometiendo un error: “No es solo que lo mantengas es que te propongo usarlo nuevo para una reforma. La piedra natural es uno de mis recursos materiales favoritos. La irregularidad de colores, frescura, dureza, son todo ventajas. Sobre el terrazo hay que decir que no cualquier color o tamaño de grano es válido para cualquier espacio. Hay que saber escoger el tono adecuado dependiendo de dónde estés. La orientación, el tamaño del espacio, el leit motiv del proyecto, etc.. La cuestión no es terrazo sí o no, la cuestión es cuál y cómo”, aclara Ortín.

Altura libre

Esto no puede ser considerado una joya arquitectónica ya que “Lamentablemente en estos años los edificios se hicieron con una distancia entreplanta muy escasa, quizá por aprovechamiento de edificabilidad, ahorro constructivo, etc…  Propongo evitar trasdosar el techo en la mayor parte de la vivienda, iluminar por apliques y dejar ese techo con la textura original. Si hay que bajar techo para pasar conductos de climatización estudiar muy bien dónde va la máquina de aire, por donde paso esos tubos, para que mi casa tenga toda la altura posible. Según mi experiencia altura es igual a confort”, comenta la experta.

Puertas de Sapelly

“Esto es algo que hace unos años no se ponía nada en valor. Ahora bien, ese tipo de puertas que corresponden a un período concreto del diseño y que la gente acabó aborreciendo, las vuelvo a traer a la palestra. Ese color oscuro, con o sin decoración, incluso con los picaportes dorados pueden quedar fenomenal en un nuevo espacio. Imagínate una espacio amplio, luminoso, orgánico, que respire calma… si tienes algunas puertas para independizar aseos y habitaciones no rechaces esta opción”, dice Ortín.

Y, más allá de los elementos arquitectónicos que con distancia, seguro tendrán su reconocimiento en el futuro, vamos con la distribución de las casas de los 70-80: pasillos, habitaciones pequeñas poca luz natural… ¿Qué hacer para reformar esto? “Si la casa tiene una distribución con pasillos largos, habitaciones pequeñas y la cocina está alejada del salón-comedor, keep clam, la sociedad cambia, las familias también. Estos pisos respondían a un modelo de familia concreto y de ahí la distribución jerarquizada y compartimentada. En vez de plantear una reforma que responda a esos estándares que cada vez son menos, te propongo realizar una distribución más abierta y flexible. Puede ocurrir que la estructura ya no te sirva para organizar las habitaciones y por ello te propongo dejarla a la vista. Pilares de hormigón vistos o metálicos, además de que estéticamente me encantan estamos mirando arqueología del futuro porque esa manera de construir desaparecerá (encofrados, empresillados, etc..). Lo importante no es tanto un material o un acabado, o si es tendencia o no. La magia es el equilibrio entre el nuevo espacio y cómo los usamos para conseguir el objetivo que llevamos entre manos”, finaliza.

 

Fuente: Lucía Martín (Colaborador de idealista news)

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